CERRAR

La Capital - Logo

× El País El Mundo La Zona Cultura Tecnología Gastronomía Salud Interés General La Ciudad Deportes Arte y Espectáculos Policiales Cartelera Fotos de Familia Clasificados Fúnebres
Policiales 28 de diciembre de 2016

Una huella lo condenó por asaltar, picanear y golpear a pareja de jubilados

Matías Taddei fue uno de los tres autores de un violento asalto contra una pareja de jubilados, a la que redujeron, golpearon y "picanearon" en su casa. Se llevaron 11 mil pesos, electrodomésticos y el automóvil de las víctimas.

El 31 de enero de 2015 a la noche, un matrimonio de jubilados marplatenses sufrió una pesadilla, pero no fue mientras dormía: tres delincuentes ingresaron armados en su casa del barrio Pinos de Anchorena, redujeron al hombre y torturaron a la mujer, para luego escapar con 11 mil pesos, electrodomésticos y el automóvil de las víctimas.
Por ese fatídico hecho, el juez Eduardo Alemano condenó a Matías David Taddei a 9 años y 6 meses de prisión, luego de que la policía lograra identificarlo por una huella digital hallada en una botella de cerveza que los ladrones tomaron mientras robaban en la vivienda, ubicada en Almafuerte al 4100.
El fallo del magistrado se basó en las pruebas exhibidas por la fiscal Andrea Gómez durante el reciente juicio oral, y la declaración de la mujer torturada, que en ese momento tenía 72 años. Su marido, de 79, además sufría mal de Parkinson.
De acuerdo a la sentencia del juez Alemano, Taddei fue uno de los tres ladrones que ingresaron a la propiedad tras un descuido de la anciana, ceca de la medianoche. Una vez en el interior, redujeron a su marido y a ella la maniataron, para luego “picanearla” con el cable de un electrodoméstico y simular su fusilamiento.
En todo momento, amenazaron con matarlos a ambos y practicaron la tortura psicológica para que entregaran el dinero de su jubilación. En un pasaje del asalto, según contó la anciana, uno de los ladrones tomó cerveza que encontró en la heladera. Mucho más tarde, cuando los asaltantes ya habían escapado, la Policía Científica logró hallar una huella digital en la botella, y fue esa prueba la que terminó en la identificación de Taddei.
Después de distintos peritajes, los investigadores descubrieron que el registro pertenecía al delincuente, cuyos datos biométricos ya estaban cargados en el sistema judicial por tener antecedentes penales. De hecho, había sido condenado antes, en 2012, por otro caso y actualmente se encuentra en trámite una causa en su contra en Dolores.
Dicha prueba fue clave para que la fiscal Gómez ordenara la detención de Taddei, que se consumó en octubre del año pasado. Desde ese momento, el delincuente permaneció detenido en la Alcaidía Penitenciaria Nº 44 de Batán, hasta la llegada del juicio oral en que la finalmente fue condenado.

Críticas al abogado

En un extracto del fallo, el juez Alemano cuestiona directamente al abogado defensor de Taddei, César Sivo, por su insistencia en la desacreditación del testimonio de la víctima. En principio, le deja en claro que la versión de la mujer resulta creíble y hasta dice que, durante su declaración, se le notó el padecimiento que tuvo que atravesar en su reacción física. Inclusive, hizo énfasis en las veces que la jubilada rompió en llanto o sufrió dificultades para respirar en la sala, ante los presentes, en medio del debate.
En ese contexto, el magistrado fue duro con Sivo por haber dicho, en una de sus intervenciones, que dudaba de la supuesta tortura que los delincuentes le habían propinado a la víctima. Es que el abogado mencionó que, de acuerdo al informe del médico forense, no se encontraron marcas de la “picana” en el cuerpo de la mujer.
El juez Alemano cruzó a Sivo por sus expresiones y citó a Duarte Muno, relator especial de la ONU, en su conferencia en la Universidad de Guadalajara, con la frase “las peores cicatrices siempre son las de la mente”. “El abogado Sivo conoce de esto en razón de su dedicación a la atención de víctimas del terrorismo de Estado, por lo que me extraña que haya transitado por tan desagradable camino para desacreditar a la víctima”, subrayó en el fallo.
También lo cuestionó porque el defensor de Taddei intentó explicar que la huellas de su defendido podía estar en la botella por haberla tocado en otro lugar, como por ejemplo, un almacén. Y rechazó su postulación de que el reconocimiento fotográfico de su cliente había sido irregular.
Sivo había puesto en duda tal proceso porque, en el primer reconocimiento entre más de 2 mil personas con antecedentes, la mujer no pudo identificar a Taddei. Sin embargo, al saber que la huella era suya, en un segundo procedimiento en el que le exhibieron cuatro imagenes, lo señaló sin dudarlo. En ese mismo contexto, el abogado intentó adjudicar la acusación a las “cataratas” que sufre la víctima, lo que para el juez -que se basó en un testimonio de un médico- no es ningún impedimento real para la visión correcta.

Reincidente

En el fallo, el juez Alemano -que en los próximos días se jubilará tras una extensa carrera en la Justicia- declaró a Taddei reincidente debido a que ya había sido condenado en julio de 2012 por el delito de “tentativa de robo”. Tras ello, y a sólo seis meses de dictada la sentencia, el Juzgado de Ejecución Penal Nº 2 le concedió la libertad asistida.
Ahora, Taddei fue condenado como coautor del del delito de “robo con violencia en las personas, cometido en poblado y en banda, y con la utilización de armas de fuego de poder vulnerante desconocido”. Sus cómplices nunca identificados ni detenidos, aunque el automóvil de las víctimas apareció después del asalto, abandonado en otro punto de la ciudad.