Una oficial de policía de 35 años comenzó a ser juzgada este martes en el Tribunal N° 3 acusada de haber abusado sexualmente en reiteradas oportunidades de su sobrino cuando tenía 11 años.

Por decisión de la imputada, representada por el abogado Martín Bernat, el juicio se realiza con jurados populares y este martes han sido seleccionadas las 18 personas, 12 titulares y 6 suplentes, que deberán definir si la acusada es culpable o no culpable del delito de “abuso sexual con acceso carnal agravado por haberse cometido en aprovechamiento de la guarda y por haberse cometido contra un menor de dieciocho (18) años, aprovechando la situación de convivencia preexistente y corrupción de menores agravada por haberse cometido contra un menor de 13 años.

En representación al Ministerio Público Fiscal se encuentra la fiscal Florencia Salas, quien tras seleccionar a los jurados realizó su alegato de apertura en el que planteó los lineamientos del caso y explicó la acusación a los jurados.

Los hechos por los cuales se acusan a E.O.G. habrían ocurrido entre el 25 de diciembre de 2018 y el 18 de marzo de 2019, principalmente en la casa de la imputada del barrio San Martín, y tuvieron como víctima al sobrino de la mujer, cuando el niño tenía 11 años.

Según explicó la fiscal, la policía, aprovechándose de su condición de tía materna de la víctima, cuando quedaba al cuidado del menor habría abusado sexualmente de él, primero con besos y luego obligándolo a que la accediera carnalmente en reiteradas oportunidades.

Para la fiscal, la reiteración de la conducta y su prolongación en el tiempo alteraron el normal desarrollo de la sexualidad del niño, por haber sido iniciada prematuramente y toda vez que su comienzo fue dos años antes de que el mismo alcanzara sus 13 años de edad, lo que potenció la generación de un daño psicofísico que se vio demostrado en la indefensión, confusión y perturbación de su psiquis ante el avasallamiento de su subjetividad e inocencia por parte de su tía.

La pericia psicológica realizada por la perito del Cuerpo Técnico Auxiliar del Fuero de Responsabilidad Penal Juvenil, concluye que el niño “ha sufrido los efectos del
avasallamiento de su subjetividad e inocencia, quedando indefenso, confundido y perturbado ante el comportamiento de su tía”, estableciendo que “los síntomas de ataques de ira, pesadillas y agresión hacia otros bien pueden ser secundarios con lo padecido”.

Además, entre sus conclusiones agregó que “el indicador específico de haber padecido abuso sexual por parte de la denunciada es el resultado del niño. De esta relación afectuosa que mantenía con la tía; dijo que pasaban horas juntos compartiendo distintas actividades recreativas, además ella se encargaba de cuidarlo porque la progenitora pasaba muchas horas del día trabajando y mantenía un vinculo esporádico con el padre”.-

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