Por Ramiro Melucci

Cuando gobernaba Alberto Fernández y la ministra de Seguridad era Sabina Frederic, el reclamo de Guillermo Montenegro era constante. Insistente.

En cada crisis de seguridad, el intendente pedía el regreso de las fuerzas federales. El que se convertirá en su sucesor interino, Agustín Neme, plantaba la bandera en el Concejo Deliberante. Hasta logró que se aprobara por unanimidad una comunicación al Gobierno nacional. Fue en octubre de 2020, con la abstención del kirchnerismo y el Frente Renovador.

¿Qué reclamaban Montenegro y Neme? Los 300 gendarmes y 200 efectivos de otras fuerzas federales que habían llegado en 2019, en el último año del gobierno de Mauricio Macri, cuando Patricia Bullrich era ministra de Seguridad. Una decisión que el peronismo local siempre interpretó como electoralista. El anuncio se hizo en Chapadmalal con la presencia del entonces ministro de Seguridad bonaerense, Cristian Ritondo, y el aspirante del PRO a la intendencia: Montenegro. Pero sin el intendente, Carlos Arroyo.

En otra campaña, la presidencial de 2023, Bullrich le prometió a Montenegro que, si era elegida presidenta, le devolvería a Mar del Plata las fuerzas federales. No fue elegida, pero no tardó en pasarse a las filas del ganador, Javier Milei, que la ubicó en su antiguo puesto.

Durante el primer año del nuevo mandato no hubo novedades sobre las fuerzas federales. Tampoco reproches del intendente: no se le podía solicitar públicamente a una ministra del mismo signo político lo que se le exigía a una que profesaba otra ideología.

Un día de febrero de este año (también electoral) pareció cambiarlo todo. Con la ciudad conmocionada por los asesinatos del kiosquero Cristian Velázquez y de Matías Paredes, acribillado por policías de civil, Bullrich bajó a Mar del Plata para anunciar que llegarían efectivos federales en el marco del plan de seguridad 90/10. El anuncio no fue claro y los refuerzos no llegaron. O llegaron pocos, pero nunca se supo cuántos, porque no eran los necesarios para ayudar a prevenir el delito.

La confusión aturdió a propios y extraños. “El Gobierno enviará fuerzas federales a Mar del Plata: hubo 8 homicidios en lo que va del año y echaron al jefe de la Policía”, tituló Infobae. “Vuelven las fuerzas federales que el kirchnerismo le quitó a los marplatenses”, festejó Neme.

Los meses pasaron y la situación no mejoró. Hace unos días, los comerciantes del centro empezaron a gritar “basta de inseguridad” desde las vidrieras de sus negocios y la Unión del Comercio, la Industria y la Producción (UCIP) formuló un enérgico pedido a autoridades provinciales, municipales, judiciales y policiales. Las estadísticas cuentan el temor del sector con números: en el segundo trimestre se produjeron 229 robos y hurtos a comercios, 66 más que en el primero, según datos de la Dirección de Análisis Estratégico del Delito.

 Los 300 gendarmes y 200 efectivos de otras fuerzas federales habían llegado en 2019, en el último año del gobierno de Mauricio Macri, cuando Patricia Bullrich era ministra de Seguridad. 

El jueves, la UCIP recibió al subsecretario de Fiscalización y Control Policial de la Provincia, Andrés Escudero, y a la cúpula policial. Dos días antes, un grupo de comerciantes se reunió con el secretario de Seguridad municipal, Rodrigo Goncálvez, en el Centro de Operaciones y Monitoreo (COM). Allí escucharon la promesa de que es “inminente” la llegada de fuerzas federales. “Estamos en una instancia muy avanzada con Nación en ese sentido. Esperamos definiciones en estas semanas”, confirmaron luego fuentes municipales.

Tras escuchar al funcionario, los comerciantes también se convencieron de que gran parte del problema proviene de la justicia. De jueces y fiscales “garantistas” que permiten “la puerta giratoria”. Al menos eso es lo que comenzaron a repetir apenas se retiraron del COM.

La secuencia revela la estrategia defensiva del municipio: los controles que llevaba adelante la Patrulla Municipal ya no pueden hacerse de la misma manera, sostiene, por el fallo del juez Juan Tapia que los restringió. Como si antes garantizaran un ordenamiento del espacio público capaz de disuadir los hechos de los que se quejan los comerciantes.

La preocupación campea en un momento singular. No solo por la proximidad de las elecciones. También porque está en marcha una reestructuración del gobierno municipal. El senador radical Maximiliano Abad acaba de ponerle fecha al fin de su alianza local con Montenegro: el 10 de diciembre. El día que el intendente le dejará su lugar a Agustín Neme para asumir de senador provincial. Porque, entre las incógnitas que plantea la elección, esa está saldada de antemano: todo el mundo sabe que conseguirá los votos para ingresar a la Legislatura. El interrogante es si después ejercerá como legislador o se mudará al gabinete nacional.

La definición de Abad confirma que desde esa fecha los funcionarios radicales dejarán sus cargos y desembarcarán los libertarios. Mientras Neme comienza a tener dimensión de su nuevo rol, el protagonismo en la ciudad lo asume provisoriamente Bernardo Martín.

El presidente del Ente de Turismo ya había avisado que el municipio no acompañaría el reclamo de hacer largo el fin de semana del 12 de octubre. La semana pasada aprovechó una notificación judicial de la Fiscalía de Estado bonaerense sobre una denuncia del año pasado del geólogo Federico Isla contra el Enduro del Invierno para, desde la confrontación, relanzar el evento, previsto para el último fin de semana del mes.

Hay una lógica que se repite. Montenegro vociferó desde La Plata que el kirchnerismo lo denunció por la implementación de la Patrulla Municipal. Martín dijo que detrás de la notificación contra el Enduro estaba la política. El mensaje es claro. Y también electoral: el municipio quiere “hacer”, pero se encuentra siempre con alguien que intenta ponerle palos en la rueda.

Lo concreto es que, si bien la oposición arrojó piedras contra la primera edición del Enduro (la de 2022, llamada Enduro Pale), el expediente legislativo que autoriza el uso de espacios públicos para el desarrollo de la competencia desfila por el Concejo Deliberante. El miércoles lo aprobó la Comisión de Deportes por unanimidad, con la abstención del kirchnerista Diego García, que solicitó la anexión de la póliza de seguro.

El Enduro del Invierno convocó el año pasado a una multitud.

A tres semanas de las elecciones para senadores provinciales y concejales, cada palabra que la dirigencia política lanza a la conversación pública se ajusta a la campaña. El ministro de Gobierno bonaerense, Carlos Bianco, denunció que Mar del Plata “sufrió la motosierra de Milei” con 450 despidos en distintas fábricas, entre las que mencionó a Textilana, el Frigorífico San Telmo, Sur Trade y Marechiare.

Una idea diametralmente opuesta del empleo en la ciudad da el propio Montenegro y su candidato en la ciudad, Fernando Muro, cuando celebran el desembarco de Hard Rock con la incorporación de “80 a 100 empleos directos y muchos más indirectos”.

Los especialistas miran el escenario desde otra perspectiva. El Informe Sociolaboral del Grupo Estudios del Trabajo de la Universidad Nacional de Mar del Plata señaló que el mercado laboral local vive una etapa de “aparente estancamiento” y creciente “desaliento”. De los 300 encuestados que participaron de un relevamiento del Observatorio de la Ciudad de la Universidad Fasta, el 70% dijo que no logra ahorrar y ajusta sus gastos para llegar a fin de mes. Del informe sobre pobreza multidimensional desarrollado entre la Red Mar del Plata Entre Todos y el Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica surge que uno de cada tres hogares de Mar del Plata tiene múltiples carencias.

Bienvenidos los aportes técnicos y especializados para poner claridad cuando la realidad se ve brumosa.