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Policiales 31 de agosto de 2025

“La policía me rompió la puerta por error”: la versión de la vecina del acusado de explotar mujeres

La mujer que vive al lado del departamento de Facundo Uribe, detenido acusado de explotar sexualmente a tres mujeres en el barrio SOIP, relató que la policía irrumpió por error en su casa. Desde la fiscalía, sin embargo, sostienen que conocía la actividad de su vecino.

“Nosotros estamos cansados y podridos porque la verdad que fue una odisea que no se la deseo nadie”, comienza su relato una mujer del complejo habitacional Soip, que asegura no tener relación con Facundo Uribe, el acusado de explotar sexualmente a mujeres en su departamento y segura que ella fue una víctima colateral de la investigación: “La policía me rompió la puerta por error, me vienen a allanar mi departamento porque supuestamente estaba en complot con él. Y nada que ver”.

La vecina admite que en el edificio de Antártida Argentina al 3400 era frecuente ver entrar y salir mujeres hacia la vivienda de Uribe, el departamento 3 del monoblock 21, pero niega haber estado involucrada. “Lo único que existe y es que se veían pibas entrar a la casa de él, no sabía ni lo que hacía el chabón, pero sí venían pibas”, explicó.

En su relato, la mujer insiste en que la policía ingresó equivocadamente a su vivienda durante el allanamiento, pese a que la orden llevaba el nombre de Uribe. “Yo vivo en el 4, él en el 3, o sea en el departamento de enfrente. Nada que ver. Rompieron mi puerta. Además la luz de mi casa es violeta, no roja como dijeron”, agregó.

Lo que más la marcó, asegura, fue la violencia de la irrupción: “Eran la 1 de la mañana y yo me despierto con un milico en mi pieza con un arma: ‘¡Policía, policía!’. Y yo durmiendo con una criatura. No es nada agradable y no entendía nada”.

“Estoy cansada, yo lo único que hago es laburar y pensar en mis hijos y mi familia. Yo ni prendía ni apagaba la luz para que entraran las chicas o clientes”, concluyó la mujer, que afirmó haberse presentado en fiscalía para dejar asentada su versión y despegarse de cualquier vínculo con Uribe.

Frente de los departamentos allanados en el complejo SOIP.

Frente de los departamentos allanados en el complejo SOIP.

Por otra parte, desde la Unidad Funcional de Intervención Temprana de Violencia en la Familia y de Género a cargo de la fiscal Graciela Trill y el auxiliar letrado Emiliano Fortunato, entendieron que de las declaraciones que forman parte de la causa surge que la vecina de Facundo Uribe estaba al tanto de todo.

Es por este motivo, que no está definido cuál era su rol dentro del delito de explotación de la prostitución ajena investigado, que la fiscalía aun no la convocó para declarar formalmente.

La fiscal Graciela Trill solicitó a la Justicia de Garantías la autorización para abrir los dispositivos electrónicos secuestrados en el allanamientos, como celulares o computadores. Además, la policía continúa con la búsqueda de otras mujeres que habrían sido explotadas sexualmente por Facundo Uribe, una ya estaría identificada y la otra sería reconocida solo por un apodo.

La víctima que fue rescatada, una joven de 23 años, permanece internada en el HIGA, se encuentra estable y evoluciona y, según informaron fuentes oficiales, evoluciona favorablemente.

Cabe recordar que Facundo Uribe, por recomendación de su abogado particular, se negó a declarar y permanece alojado en la Unidad Penal 44 de Batán a la espera de que la Justicia resuelve el pedido de excarcelación presentado.

El caso

El pasado 11 de julio, un llamado al 911 informó que en los monoblocks del Soip un hombre tenía retenidas “entre 5 y 6 chicas” para prostituirlas a cambio de droga. El denunciante, además, aportó el nombre de Facundo Uribe y que los hechos sucedían en el departamento 3 del monoblock 21.

Ante esta situación, la fiscal Trill le dio intervención al personal de la División Delitos Complejos de la Policía de la Provincia de Buenos Aires e iniciaron una investigación, en la que determinaron que precisamente Facundo Uribe, de 42 años, vivía en los departamentos 3 y 4 del monoblock 21 del Soip —en Antártida Argentina al 3400— y que tenía antecedentes penales por robo agravado por el uso de armas y lesiones leves y abuso sexual, denuncias que habían presentado dos mujeres y que luego retiraron. Estas mujeres resultaron ser, precisamente, explotadas sexualmente por Uribe.

Tras la pesquisa, los investigadores pudieron definir que, sin saber la fecha exacta, Uribe explotó al menos a tres mujeres, a quienes les proporcionaba el departamento 4 del monoblock 21 del Soip para prostituirlas a cambio de drogas, vivienda y todo lo que necesitaban. El imputado sería el encargado de procurar los clientes y los traslados a diversos lugares.

Según consta en la causa, las víctimas cobraban 90.000 pesos por cada “pase”, que duraba unos 30 minutos. Ese dinero nunca llegaban a quedárselo y se lo tenían que entregar directamente a Uribe, quien se aprovechaba de la situación de extrema vulnerabilidad en la que se encontraban y les proveía droga.

Un relato de horror

L.P. tiene 23 años y fue rescatada del departamento de Facundo Uribe. Su historia está signada por la vulnerabilidad, las adicciones, el abuso, la violencia y la explotación sexual.

Entre las cicatrices que le quedaron tras haber sido explotada sexualmente durante casi un año, las más evidentes son la falta de piezas dentales y dos tatuajes que le hizo Facundo Uribe de su inicial: la letra F quedó tatuada en su pelvis y en su glúteo derecho.

L.P. conocía a Uribe del barrio y habían intimado en más de una oportunidad. En 2024 lo denunció por abuso sexual en una noche en la que se habían drogado, pero luego retiró la denuncia y expresó que no deseaba instar a la acción penal.

En su testimonio, explicó que el imputado le daba droga para venderles a los clientes y que en un día había llegado a hacer 700.000 pesos por los pases sexuales, de los que no vio ni un solo peso.

Además, dijo que Uribe le manejaba su cuenta de Facebook para arreglar encuentros sexuales con clientes. En la descripción de su perfil aún se puede leer: “La regalada del Soip, todavía no sé de quién es mi hijo y la falopa por p…, ya saben”.