El fiscal Walter Martínez Soto analizó nuevas pericias en torno a la muerte del veterano ciclista Oscar Oronó y concluyó que los golpes que recibió como víctima de un asalto fueron el desencadenante de su muerte, por lo que cambió la calificación del caso e imputó a los cuatro detenidos por el delito de “homicidio criminis causa”.

Es decir, que para el investigador, apoyado en pericias de un médico forense, los delincuentes golpearon salvajemente a la víctima para asegurar la impunidad del robo y que esos golpes fueron los que provocaron las condiciones para que el hombre, de 80 años, muriera tras caerse de una escalera en su casa.

Al entender que se trató de un crimen, este viernes los cuatro detenidos fueron trasladados a Tribunales, donde se les notificó de este cambio en la imputación y se les dio la posibilidad de declarar. Nuevamente Leandro Bellinzona (29) y Diego Francisco Cortadi (40) se negaron a hablar, mientras que el exconvicto Gastón “Chaco” Gorosito (24) volvió a decir que no estuvo en el lugar y que no tuvo nada que ver con el hecho.

Por su parte, el adolescente de 16 años también se negó a declarar en una audiencia en el Juzgado de Garantías del Fuero.

Al considerarse el hecho como un “homicidio criminis causa”, los tres mayores podrían recibir una pena de prisión perpetua, mientras que el menor de unos 20 años.

El caso había comenzado a ser investigado por la fiscal Constanza Mandagarán y luego, tras conocerse que había un adolescente implicado, pasó a manos del fiscal del Fuero de Responsabilidad Penal Juvenil, Martínez Soto.

Ambos fiscales, en un principio, habían considerado que no había una relación de causalidad directa entre el robo que había sufrido Oronó y su muerte, ocurrida unas 24 horas después.

Sin embargo, con el correr de la investigación, Martínez Soto cambió la hipótesis. Al parecer, Oronó conocía al menos dos de los asaltantes, por lo que para el fiscal la brutal golpiza que le propinaron el viernes 3 de octubre habría sido justamente para “tapar el robo” y asegurar la impunidad.

De las testimoniales que el fiscal tomó a los familiares de la víctima, quedó en evidencia que antes del asalto el hombre gozaba de excelente salud. A sus 80 años seguía andando en bicicleta y subía y bajaba sin problemas una escalera en su casa para alimentar a sus palomas.

Sin embargo, tras la golpiza que sufrió en el asalto, los parientes del ciclista explicaron que “se mareaba, perdía conocimiento, estaba confuso y se caía a la derecha”.

“Las lesiones producto de la golpiza son el desencadenante de la muerte de Oronó y la caída de la escalera aceleró ese proceso por el sangrado que tenía en su cabeza, en una zona vital”, explicó el fiscal a LA CAPITAL.

Martínez Soto explicó que amplió las pericias con un médico forense, que determinó la magnitud de las lesiones de Oronó: los golpes que sufrió durante el robo le provocaron daño neuronal, alteraron el funcionamiento de su cuerpo.

Para el fiscal, basado en las conclusiones de las pericias médicas, sin los golpes que recibió durante el robo, Oronó no se habría caído de la escalera ya que gozaba de perfecta salud.  “Se trata de una medica medida protectoras en la vejez, que tiene que ser más amplia”, explicó finalmente.

El hecho

Vale recordar que el veterano ciclista había sufrido un asalto el viernes 3 de octubre en su bicicletería ubicada en avenida Luro al 10.000 y, durante el robo, los delincuentes lo golpearon salvajemente, por lo que tuvo que ser trasladado al Hospital Interzonal General de Agudos (HIGA).

Oronó pasó la noche del viernes en observación y al día siguiente se fue del lugar. En esa oportunidad, los médicos le realizaron una tomografía y no notaron la existencia de lesiones intracraneales.

La familia del ciclista explicó que Oronó quería volver pronto a su casa, ya que estaba preocupado por las aves que tiene en su palomar. Al llegar, el sábado a la noche subió al techo para darle de comer a las palomas y en ese contexto fue que se cayó y sufrió un accidente en el que resultó gravemente herido, por lo que tuvo que volver al HIGA, donde finalmente falleció por las heridas.

Existen imágenes previas al robo en la que se ve a Oronó yendo al techo para darle de comer a las palomas, por lo que es evidente que esa era una práctica habitual del hombre de 80 años.