Por Marcelo Solari

De acuerdo a la paridad registrada en los primeros veinte minutos, no se percibía que semejante vuelco pudiera ser posible. Pero Quilmes dio nuevas muestras de su rigor defensivo y con un tercer cuarto magnífico, puso las cosas en su lugar para derrotar a Pergamino Básquet, por 76 a 56. El “tricolor” es el único puntero de la Conferencia Sur y el único invicto de toda la Liga Argentina de Básquetbol. Un comienzo de temporada soñado.

Lejos de establecer una supremacía marcada, a Quilmes le costó el primer tiempo. Pergamino tomó las riendas desde el arranque, con un Emanual Shepherd muy activo, generando problemas en la pintura del “tricolor”.

El visitante intentó imponer el mismo rigor que usualmente aplica el conjunto de Javier Bianchelli, aunque Quilmes lo contrarrestó con un tiro perimetral muy confiable, especialmente desde las manos de Federico De Miguel (3/5 en los primeros 20 minutos). El juego se mantuvo equilibrado hasta el cierre, no sin dejar espacio para resaltar una acción individual de Shepherd, quien, a la manera de la NBA, se hizo una autoasistencia haciendo rebotar la pelota en el tablero para interceptarla en el aire y rubricar con una volcada que dio la sensación de que la misma gente de Quilmes quería aplaudir.

Los siempre rendidores ingresos de Juan Esteban De la Fuente le dieron al local uno de sus mejores pasajes en la etapa de apertura. Así consiguió establecer una máxima de 30-21 apenas pasados los 3 minutos del segundo segmento.

No le duró demasiado esa ventaja al local porque Pergamino Básquet continuó rotando bien en defensa, atento a cortar la línea de pase, con ofensivas bien dinámicas, con Martín Gandoy como complemento para Shepherd, más oportunas apariciones del experimentado Jonatan Slider. De todas maneras, un rato positivo de Darry Moore le otorgó una leve ventaja a los de Luro y Guido antes de irse a los vestuarios.

Y en el retorno a la acción, el panorama varió sustancialmente. Quilmes impuso la ley de su defensa, que igualmente no había sido mala, ya que dejó en 32 puntos a Pergamino en la primera mitad. Pero resultó descomunal en el tercer cuarto. A punto tal que Pergamino recién encestó sus primeros puntos a los 6 minutos del parcial.
Ese lapso Quilmes lo capitalizó de la mejor manera, con sus múltiples variantes ofensivas para respaldar a De Miguel y Moore como primeras opciones.

Pero al margen de algún lucimiento particular en ataque, que le puede tocar a uno o a otro según la noche, la marca registrada de este Quilmes es su defensa, la cual ha sido capaz de someter a todos los rivales que ha enfrentado hasta aquí (ha permitido en promedio 63,3 puntos de sus oponentes). Presión sobre la bola, cambios, rotación, ajustes, doble marca. Todo con un nivel de intensidad altísimo. Para martirizar a cualquiera.

Con la ventaja estabilizada en los 20 puntos, el Nuevo José Martínez fue un festival. Del público y del equipo, que terminó floreándose con todos relevos en cancha y el debut absoluto de Alexander Wilches (categoría 2006).

Síntesis:

Quilmes 76

S. Ludueña 10, F. De Miguel 20, J. Ríos 8, D. Moore 14 y P. Alderete 5 (FI). M. Dominé 2, J.E. De la Fuente 9, L. Luna 0, R. Giacone 2, N. Diarra 6, A. Wilches 0. DT: Javier Bianchelli.

Pergamino Básquet 56

T. Quinteros 8, J. Slider 5, N. Rodríguez 6 (x), M. Gandoy 8 y E. Shepherd 21 (FI). J.M. Bello 0, L. Mohnen 6, B. Marconato 0, F. Villegas 2. DT: Federico Díaz.

Estadio: Nuevo José Martínez, de Quilmes
Árbitros: Danilo Molina y José Luis Lugli.
Parciales: 21-19, 37-32 y 58-40.