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Interés general 9 de diciembre de 2025

El desafío que comienza a afrontar Neme, lo que dejó el fin de semana largo, y de Nicky Jam a Hard Rock

Todos los entretelones de lo que es noticia en Mar del Plata.

Fin de semana largo en Mar del Plata, con la ciudad entrando en modo vitrina. Turismo, espectáculos y política en un mismo plano, como suele pasar cuando algo empieza a moverse. Hoteles atentos, gastronomía expectante y un clima que, sin ser verano, ya huele a temporada. A la apertura teatral con “Pretty Woman”, la carta fuerte para probar el pulso del público con Florencia Peña en la marquesina, se le sumó otro símbolo de arranque: el Hard Rock abrió sus puertas y reforzó esa postal de ciudad “en marcha”, buscando consolidarse como polo de eventos y consumo, incluso antes del pico estacional. Asimismo, a poco de que Nicky Jam se presentara sorpresivamente en el aniversario de Bruto, se encendió el árbol navideño en la plaza San Martín. Luces, familias, selfies y clima festivo. Y a metros de allí, este martes, con clima político caliente, asumieron los nuevos concejales y se designaron a las autoridades de ese cuerpo deliberativo. En tanto, hoy miércoles, Agustín Neme asumirá como intendente de General Pueyrredon, en reemplazo de Guillermo Montenegro, que dio el salto al Senado provincial. Luces de Navidad, cambio de mando y telón que se levanta. Mar del Plata, otra vez, condensada en un fin de semana.

 

No habrá acto ni mucho menos. Tras el pedido de licencia de Montenegro, Agustín Neme se convertirá en el nuevo jefe comunal. Continuidad. Todo seguirá igual. No esperen grandes cambios en el gabinete –salvo Obras Sanitarias Sociedad de Estado y el Emtur, que serán para La Libertad Avanza– ni en el rumbo. Frases, las anteriores, que se escucharon en los últimos días cerca del despacho municipal. La elección de las nuevas autoridades del Concejo Deliberante dejó más que claro aquello del “modelo Mar del Plata”, que está más vivo que nunca pese a la incorporación de La Libertad Avanza en el combo que completan el PRO y la UCR. El libertario Emiliano Recalt se convirtió –como lo había anticipado hace tiempo esta columna– en el nuevo presidente del Concejo Deliberante. La radical Gabriela Azcoitía y Florencia Ranellucci, del PRO, ocuparán la vicepresidencia primera y segunda, respectivamente. “La presidencia del Concejo le corresponde a la fuerza que gana la elección. Y la vicepresidencia primera, a la segunda lista más votada, Fuerza Patria. El pacto PRO-UCR-libertarios rompe 42 años de tradición democrática”, se quejaron desde la principal fuerza opositora que ya se muestra en pie de guerra.

En ese contexto, Neme se pone el traje de intendente para reemplazar a Montenegro, quien no renunció sino que pidió licencia, lo cual deja la puerta abierta para volver a ocupar el sillón principal del despacho municipal cuando así lo desee en los próximos dos años, siempre y cuando no ocupe después del verano el Ministerio de Justicia, actualmente a cargo de Mariano Cúneo Libarona. No la tendrá fácil Neme, al menos en la primera parte de su gestión. La fuerte caída en la recaudación, el inminente pago del aguinaldo y la necesidad de incrementar las tasas municipales para el próximo año, a lo que se le deberá sumar la paritaria municipal (¿14% de incremento salarial por seis meses?), aparecen como los primeros escollos en su camino como intendente. “Voy a dar lo mejor de mí”, dijo en la última sesión del Concejo Deliberante, donde recibió elogios de todas las bancadas. Ahora le tocará jugar otro partido en momentos de cierta e indisimulable tensión interna, donde cada actor o sector marca la cancha a su manera. Y si bien falta una eternidad, no son pocos los que miran hacia el 2027, cuando los argentinos volveremos a las urnas.

Se cruzaron en la autovía 2. Mientras Guillermo Montenegro se trasladaba a La Plata para asumir como senador bonaerense –también juraron las marplatenses Fernanda Raverta, de Unión por la Patria, y Cecilia Martínez, por La Libertad Avanza–, en sentido contrario, hacia Mar del Plata, viajaba el exintendente Gustavo Pulti, quien también pidió licencia como diputado provincial para asumir como concejal. “Cumplir con la palabra es un valor en sí mismo y es también la base de cualquier proyecto serio para Mar del Plata y Batán”, expresó Pulti, que también tuvo tiempo para la chicana. “Espero –puntualizó– que quienes hicieron campaña diciendo que mi candidatura era testimonial tengan ahora la honestidad de retractarse”. Finalmente, sobre su nuevo rol como concejal, expresó que “si ponemos lo mejor de cada uno, Mar del Plata puede volver a ser la ciudad del trabajo, de las oportunidades y del futuro que todos soñamos, en una Argentina que recupere un auténtico proyecto de nación”.

El último fin de semana largo del año dejó una postal que el Gobierno y el sector turístico miran con alivio. Según CAME, viajaron casi 1,4 millones de turistas, un 43,5 % más que en 2023, y se movieron $ 249 mil millones. Bastante sólido para un contexto en el cual el bolsillo aprieta y el clima amagó más de lo que acompañó. Eso sí: más gente no significa más tiempo. La estadía promedio bajó a dos noches, una señal clara de época. Escapadas cortas, cerca y con la calculadora en la mano. Aun así, el gasto diario subió en términos reales, lo que confirma otra tendencia: menos días, pero consumo más concentrado y selectivo. Los destinos clásicos volvieron a liderar –CABA, Mar del Plata, Córdoba, Iguazú, Mendoza, Ushuaia– y el turismo religioso también empujó en el norte. En el balance anual, los ocho fines de semana largos ya movilizaron a más de 13 millones de turistas y unos US$ 2.000 millones, un salvavidas clave para las economías regionales. El turismo aguanta, se adapta y resiste. Viajes más cortos, gastos más medidos y mucha dependencia de promociones –como la de Aerolíneas– para que la temporada arranque con algo más que buenas intenciones.

En tanto, en Mar del Plata, el último fin de semana largo del año dejó una postal conocida: más movimiento que ventas. El comercio local lo define con una categoría que ya empieza a volverse costumbre: parcialmente satisfactorio. Una forma elegante de decir que la cosa se movió… pero no tanto. El relevamiento de la UCIP muestra que solo uno de cada cinco comerciantes vio cumplidas sus expectativas. El resto se repartió entre el desencanto directo y una tibia conformidad, esa zona gris donde entra gente al local, se pregunta, se prueba… y se va. El 46,9 % eligió justamente ese casillero incómodo: ni bien ni mal. Los números ayudan a ponerle marco a la sensación. Respecto de un fin de semana común, las ventas subieron apenas 1,7 % en unidades físicas. Es decir, hubo más tickets, pero chicos; más paseantes que compradores. Una ciudad que camina mucho y compra poco.

Desde la UCIP, su presidente Blas Taladrid puso el acento en la comparación inevitable. El fin de semana XXL previo dejó una vara alta que esta vez no se alcanzó. Menos turistas, menos billeteras decididas y expectativas que quedaron a mitad de camino. La evaluación de la afluencia turística también habla por sí sola: regular para más de la mitad, buena para un tercio y directamente mala para uno de cada diez. No es desastre, pero tampoco anticipo de boom. El dato más elocuente aparece en el cruce entre gente y ventas: casi el 40 % dijo que hubo más público pero iguales ventas. Una síntesis perfecta del presente económico: circulación sin consumo, vidrieras llenas y cajas flacas. Ahora, el comercio marplatense mira hacia adelante. La temporada está a la vuelta de la esquina y las variables que preocupan son las de siempre, pero más agudas: clima, tipo de cambio y una pérdida de poder adquisitivo que ya no se discute, se padece.

Si la política argentina fuera una cancha, el último informe de Giacobbe confirma que se juega sin árbitro y con la tribuna dividida a los gritos. Nadie canta victoria. Nadie se va tranquilo. De eso se hablaba en las numerosas inauguraciones –desde Hard Rock hasta “El Peñón Truck”, la nueva estación de Shell en la ruta 88–, en las fiestas –impresionante la de los diez años de Bruto– o en las cenas que ya se multiplican para despedir el año y en la que conviven funcionarios, periodistas, gremialistas y políticos. Arranquemos por el dato que todos miran: Javier Milei. La imagen del Presidente está clavada en un empate técnico perfecto: 47 % positiva, 46,1 % negativa. Ni luna de miel ni derrumbe. Un país partido al medio, sin matices y con poquísima gente en la zona gris. Milei no pierde a los suyos, pero tampoco logra correr el cerco del rechazo. Gobierna con un núcleo duro sólido y una pared enfrente igual de firme. El dato no es menor: la grieta ya no es ideológica, es emocional. Se lo ama o se lo detesta. “El votante indiferente es especie en extinción”, refería el concejal oficialista copa de champagne en mano.

Cuando uno baja al resto del elenco, el panorama no mejora. Victoria Villarruel, Mauricio Macri, Cristina Kirchner y Axel Kicillof muestran todos un rasgo común: más rechazo que adhesión. Macri supera el 55 % de negativa; Cristina pasa el 51 %; Villarruel y Kicillof rondan el 45-48 %. Traducido al castellano del poder: no hay figuras competitivas con saldo positivo claro. Nadie enamora mayorías. Nadie ordena el sistema. En ese contexto, el Gobierno se juega una ficha fuerte en la reforma laboral. Y acá aparece un dato interesante para la Casa Rosada: casi la mitad de los encuestados cree que habrá creación de empleo (48,1 %) contra un 48,9 % que piensa que se perderán puestos o no se generará nada. Es otro empate, sí, pero uno que muestra que el discurso libertario todavía perfora, al menos en expectativas. Donde no hay empate posible es en el fútbol. El 65,8 % cree que hay mucha corrupción en el fútbol argentino. Si se suma “mucha” y “un poco”, la sospecha trepa a casi el 85 %. En un país donde no hay consenso para nada, el fútbol logra lo imposible: unanimidad moral… para desconfiar. “No hay ola mileísta ni restauración kirchnerista. Hay empate, ruido y desgaste. Y cuando la política entra en tiempo suplementario con la tribuna enojada, el que comete el primer error lo paga caro”, sentenció el veterano colega que se anota en cuanto agasajo existe.

Mucho más joven, la responsable de redes sociales de medio local seguía deslumbrada por la visita de Nicky Jam, quien tenía agenda grande en Buenos Aires –show en Tecnópolis incluido–, pero antes decidió hacer escala en Mar del Plata y marcar presencia. Y no pasó desapercibido. El domingo por la noche apareció de sorpresa en Bruto, que celebraba sus diez años, se subió al escenario, cantó un puñado de temas y encendió la pista como si fuera pleno enero. Uno de los primeros sacudones fuertes de la temporada, con figura internacional y en fin de semana largo. Pero la historia no terminó ahí. Al día siguiente, lejos de los flashes de boliche, el reguetonero mundial se dio otro gusto: pisó el Polideportivo Islas Malvinas, se puso la camiseta de Peñarol y tiró al aro en el parquet más emblemático del básquet local. El club lo mostró orgulloso en redes y la escena hizo el resto: estrellas globales, básquet marplatense y guiño popular. La combinación no es menor. Música, deporte, noche y turismo en una ciudad que busca arrancar la temporada con volumen alto. Nicky Jam vino por un festejo, dejó show, dejó fotos y dejó relato. Pasillo dixit: Mar del Plata sigue siendo imán. A veces con guitarra, a veces con micrófono… y a veces, también, con pelota naranja. Y a propósito de Peñarol, con la firma del diputado provincial Diego Garciarena, se presentó un proyecto en la Legislatura Bonaerense para declarar al expresidente de esa institución, Domingo Robles, como personalidad destacada de la provincia de Buenos Aires.

Bruto celebró sus diez años con una puesta artística inédita y un despliegue sin precedentes en el que no faltó nadie. El décimo aniversario de Bruto no fue una celebración más. Fue, más bien, una declaración de identidad y de ambición artística. Durante una noche cargada de emociones, el espacio reunió a más de un centenar de artistas en escena y combinó música, danza, acrobacia aérea y tradición popular en un espectáculo de alto impacto visual y sonoro. La velada tuvo como columna vertebral la música, con la participación de los tres DJs residentes de Bruto –Valentina Damiano, Facundo Tiseira y Augusto Pozzoni–, quienes marcaron el pulso de la fiesta y acompañaron el recorrido sonoro de la noche. Uno de los momentos más impactantes llegó con el show aéreo en altura de la compañía Phaway: una grúa de 40 metros elevó a diez bailarines que, suspendidos en el aire, interactuaron con cuatro músicos en escena, dando forma a una intervención tan arriesgada como hipnótica, que capturó todas las miradas.

La propuesta también incluyó pasajes de gran refinamiento artístico. La soprano Valeria Sonzogni aportó un momento de lirismo y potencia vocal, mientras que el Coro Municipal Coral Carmina, dirigido por Georgina Espósito, sumó una dimensión coral imponente, con 55 coreutas en escena y la destacada participación como cantante principal de Matías Denti. La danza tuvo un lugar central. El grupo de malambo Legión, bajo la dirección de Fabián Serna, desplegó la energía y la precisión de sus diez bailarines, y el Grupo ProArt, con 40 bailarines dirigidos por Fernanda Díaz, completó una puesta coreográfica de gran escala y sincronización. La celebración alcanzó su punto máximo con los shows musicales de artistas de fuerte convocatoria popular: El Polaco, Hernán y La Champions Liga y el cierre internacional a cargo de Nicky Jam, que convirtió el aniversario en una verdadera fiesta multitudinaria. Diez años después de su nacimiento, Bruto reafirmó su lugar como un espacio que no solo convoca, sino que se reinventa, apostando a la mezcla de géneros, públicos y expresiones artísticas. El aniversario fue, en ese sentido, mucho más que un festejo: fue una puesta en escena de su propio crecimiento y proyección.

Y a propósito de música y de espacios emblemáticos, Mar del Plata ya cuenta con su Hard Rock. “Quiero la remera de Hard Rock Mar del Plata para mandársela a mi hija que vive en Australia”, comentaba a viva voz una distinguida empresaria. No fue solo una inauguración gastronómica. La apertura del Hard Rock Café en Mar del Plata dejó varias lecturas para quienes miran un poco más allá del escenario, las luces y la banda sonora de rigor. La marca global eligió desembarcar en una ciudad que hace rato discute cómo reinventarse sin perder identidad. Y no lo hizo en silencio. Hubo empresarios, autoridades, fotos medidas y un mensaje claro: si Hard Rock pone bandera, es porque alguien –en algún escritorio– cree que Mar del Plata sigue siendo una plaza interesante. El evento funcionó como vidriera de clima. En tiempos en los que la palabra “inversión” se usa más en discursos que en hechos, la llegada de una franquicia internacional es leída como señal política y económica, aunque nadie lo diga explícitamente. Nadie habló de cifras, pero todos entendieron el concepto.

Puertas adentro, el formato es el conocido: memorabilia original, rock universalizado, merchandising y gastronomía estándar. Puertas afuera, la discusión es otra: qué ciudad quiere ser Mar del Plata y cuánto espacio real tiene para capitales que no dependan exclusivamente de enero y febrero. Para el sector turístico fue un gesto de oxígeno. Para la dirigencia local, una foto inevitable. Para la marca, una apuesta: captar al turista, pero también al marplatense que quiere sentirse –al menos por un rato– parte de un circuito global. Hard Rock abrió. Ahora empieza la parte más difícil: que el impacto dure más que el eco del primer acorde. Pero los responsables apuestan a una atractiva programación y variedad de propuestas para todo el año. Les sobra fe y tienen pergaminos.

Luego de 28 ediciones, este verano Mar del Plata no contará con el tradicional ciclo Verano Planeta que trae a escritores argentinos y del exterior. El ciclo, que siempre fue coordinado por Marcelo Franganillo y que se desarrolló en sus comienzos en Villa Mitre, para pasar luego a Villa Victoria y de ahí al Sheraton y posteriormente al Costa Galana, tuvo presencias históricas: desde María Dueñas a Félix Luna, de María Elena Walsh a Abelardo Castillo, de Fernando Aramburu a Gabriel Rolón, entre otros. La editorial Planeta, no obstante, desembarcará en verano en Mar del Plata pero con otro formato. El 5 y 6 de enero, y el 2 y 3 de febrero, 21 autores, talleres, presentaciones, música en vivo y gastronomía convivirán en un mismo lugar, el Espacio Chauvín. En los próximos días se dará a conocer la grilla específica de MarPlaneta, tal la identificación del evento.

A la vez, vuelve el Festival Penguin Libros en Mar del Plata. Tras el gran éxito de 2025, se realizará la segunda edición con una propuesta ideal para quienes aman arrancar el año entre libros, ideas y atardeceres perfectos. A partir del 7 de enero, turistas y marplatenses podrán escuchar a algunas de las voces más destacadas de la literatura actual, conversando sobre sus obras en el Centro Cultural Victoria Ocampo, ubicado en Villa Victoria, un espacio mítico e imprescindible de la historia literaria argentina. ¿La agenda? Miércoles 7 de enero, Eduardo Sacheri; lunes 12 de enero, Ludovica Squirru; miércoles 14 de enero, Daniel Balmaceda; miércoles 21 de enero, Viviana Rivero; miércoles 28 de enero, Charlie López, y miércoles 4 de febrero, Gabriela Exilart.