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Cultura 18 de julio de 2017

Grandes libros, pequeños lectores

Lunática, de Martha Riva Palacio, Ilustraciones de Mercè López, Fondo de Cultura Económica, México, 2015.

por Rocío Malacarne

“Por el filo de mi cama / se pasea / una luna lobezna” comienza el libro de poesía de Martha Riva Palacio con ilustraciones de Mercè López, catalogado por su editorial como “poesía para niños” y ganador del Premio Hispanoamericano de esa categoría en 2014. Pero el “para niños” resulta sugerente ya que la propuesta es atípica en esta categoría: imágenes sin trazos definidos, una paleta fría, que poco utilizan los colores planos más comunes de los libros para niños; versos cargados de recursos poéticos y atravesados por palabras que no subestiman al posible niño lector sino que lo invitan al desafío.

Como ocurre en el ya clásico Donde viven los monstruos de Maurice Sendak y en otros libros de literatura infantil, Lunática presenta la transformación de una niña desde la luz de luna llena hasta “su vuelta al mundo” que, sin embargo, invita a tomar “a la luna por los cuernos”. Sin rima, con verso libre y jugando en el espacio de la hoja, el texto de Riva Palacio propone un lector que se desconcierte y pueda suspender, al menos por un instante, el afán por comprender y acepte el desafío de la poesía como sugerencia.

Esta niña de Lunática nos invita al desafío, una “Licántropa maniática de hocico estrambótico. / Niña-loba de carcajadas luminiscentes. / Trepada en el lomo erizado de un árbol / aúllo a la luna.”

(*): Integrante de la ong Jitanjáfora