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Policiales 4 de mayo de 2018

La historia detrás de la captura del chileno fugado de la Policía Federal

Esteban Alejandro García Rebolledo fue detenido durante la madrugada al ser reconocido en cercanías de la Villa Santa Rita. Había huido el lunes de la sede central de la Policía Federal de Mar del Plata.

El dato de que el prófugo estaba en la Villa Santa Rita era cierto. La policía de la comisaría decimosexta obtuvo la información de algunos informantes y como sospechaba que se era un evadido de la cárcel de Batán se comunicó con el Servicio Penitenciario. Pero una profundización en la pesquisa reveló que, en realidad, ese hombre al que estaban “aguantando” no era sino Alejandro Esteban García Rebolledo (32), el chileno fugado días atrás de la sede de la Policía Federal.

Así comenzó el procedimiento que en la madrugada terminó con la huida de Rebolledo, quien por estas horas ya está en Buenos Aires a la espera de su extradición a Chile, donde se lo buscaba desde el año 2010 por haberse escapado de la cárcel de Chillán durante un terremoto.

En la tarde del jueves el titular de la comisaría decimosexta, Miguel Leguizamón, procesó toda la información que tenían y que aseguraba que en la Villa Santa Rita, en la zona de Hernandarias y Namuncurá, había un evadido. Que lo estaban ayudando a mantenerse oculto. Tras comunicarse con el Servicio Penitenciario se descartó que fuera un preso de Batán y entonces se logró confirmar que era García Rebolledo.

De inmediato se montó un estratégico operativo para acercarse al lugar, conflictivo por naturaleza, y extraer a García Rebolledo sin complicaciones.

El personal de ambas fuerzas se desplegó con discreción durante la madrugada y cerca de las 3 observó en calle Namuncurá a cuatro hombres sospechosos. La versión extraoficial asegura que uno la policía sabía que García Rebolledo iba a estar ahí por un dato de último momento. Entonces se acercaron y dieron la voz de alto. Dos de los hombres se quedaron allí y otros dos salieron corriendo, lo que dio lugar al inicio de una persecución.

Los policías y penitenciarios corrieron por los pasillos de la villa, treparon paredones y techos hasta que finalmente pudieron reducir a García Rebolledo.

Custodia

Debido a su historial de fugas (además de la de la Policía Federal se le cuenta la de la cárcel de Chile y la de un paso fronterizo en Misiones) se establecieron estrictas pautas de seguridad en los traslados del recapturado.

En las primeras horas estuvo con dos policías a un lado en la comisaría decimosexta, donde se labraron las primeras actuaciones. De allí fue derivado al Cuerpo Médico policial para asentar su estado de salud y luego fue conducido al juzgado federal de Santiago Inchausti. Una vez que concluyeron todos los trámites la DDI local fue la encargada de trasladarlo a Capital Federal donde quedó a disposición del Servicio Penitenciario Federal a la espera de su extradición.

El lunes pasado García Rebolledo se escapó de la sede de la Policía Federal ubicada en Sarmiento al 2500. Para lograrlo limó unos barrotes de su celda y desde allí accedió a una ventana pequeña que tenía una malla metálica como cobertura. Una vez que consiguió vencer esa débil resistencia bajó a un techo interno y se perdió.

Los responsables de los detenidos en la Policía Federal recién adviertieron horas más tarde la ausencia de García Rebolledo, lo que provocó una inmediata reacción para poner en marcha el protocolo de búsqueda.

El chileno García Rebolledo escapó el 27 de febrero de 2010 durante un terremoto de 8,8 grados en la escala Ritcher. Uno de los muros de la cárcel de Chillan en donde estaba preso por un robo agravado se derrumbó por el sismo y fue aprovechado por 261 reclusos que huyeron.

Su rastro se perdió hasta agosto de 2016 cuando pretendió cruzar desde Argentina a Paraguay por el Puente Internacional San Roque González de Santa Cruz. Allí fue detenido por Interpol pero logró escapar. Horas después fue recapturado pero tiempo más tarde volvió a fugarse hasta que apareció en Mar del Plata a mediados de abril. Nuevamente fue detenido y alojado en la sede de la Policía Federal, de donde escapó el lunes último.