por María Minnucci

Todo se ve distinto después de la lluvia. Antonio y Lucía son dos adolescentes pero no por eso podemos decir que La lluvia sabe por qué, de María Fernanda Heredia, es una novela juvenil. El impacto está en la profundidad de los temas: la soledad, la violencia, el maltrato. Y todo eso nos deja en un stand by, flotando, pidiéndoles a los personajes que nos cuenten más.

Hay dos historias: la de Antonio y la de Lucía. Pero no están sólo unidas por un día tormentoso, caótico y lluvioso, sino por todo eso que les pasa con su familia, con sus amigos, con la vida.

La tecla enviar es como el gatillo de un revólver. Una foto. La viralización. El descuido de la privacidad. La adolescencia. Laescuela-lospadres-lafamilia-losamigos. Todo eso ronda en la cabeza de una niña-mujer que ha quedado sola en el medio de un escándalo escolar. Nadie le cree pero en realidad nadie le pregunta. La acusan, la revuelven, la hostigan. La obligan.

Y Antonio, del otro lado, con su historia, con una madre que se fue a otro país a juntar plata, un padre ausente, y una familia de reemplazo que lo deja siempre en el más minúsculo lugar. Lucía sin darse cuenta le salva la vida.

Sí, es una novela realista. Hay un escándalo que puede suceder en cualquier escuela. Adolescentes como todos los que nos rodean, familias como las que conocemos. Pero hay algo que no está en todas partes: tanta historia en una misma historia.

La lluvia sabe por qué es y no es una novela juvenil. Vale la pena meterse un rato abajo del agua y darse ese chapuzón para ver lo que sucede en el mundo adolescente.

(*): Integrante de la ONG Jitanjáfora