La maniobra del empleado infiel funcionaba de forma tan aceitada que el robo hormiga pasaba inadvertido a los ojos de sus superiores. Y como suele suceder con quien se siente seguro de que nunca lo descubrirán, empezó a relajarse y a tomarse algunos atrevimientos más. Como por ejemplo, entregar la mercadería robada en la puerta misma de la empresa que le daba trabajo. .

En la tarde de este jueves, luego de que la misma firma Hergo denunciara el robo, personal de la DDI Mar del Plata interceptó una camioneta conducida por un hombre de 60 años en el estacionamiento de la ruta 88. En su caja había 100 cajones de cerveza que habían sido cargadas en horario en que eran más fácil eludir los controles de seguridad.

El episodio posee ciertas peculiaridades que agravan aún más la deslealtad del empleado, como el hecho de que una vez sustraída la mercadería, que por lo general eran cervezas y otros productos bebibles, lo publicaban en páginas de venta por internet.

A un precio muy por debajo del valor de mercado -lo que define también al comprador oportunista- el botín se vendía de forma muy rápida y se preacordaba la entrega en distintos puntos de la ciudad. Sin embargo, la impunidad con la que se manejaban los autores del robo les confirió un exceso de confianza que terminó por perjudicarlos. Es que la última operación la hicieron en la misma puerta del mayorista.

Personal de la DDI aguardó de manera sigilosa en las adyacencias y cuando vieron llegar la camioneta la interceptaron.

El conductor, de 60 años, quedó aprehendido en el marco de la causa que lleva adelante el fiscal Javier Pizzo y también el empleado.

La policía secuestró la mercadería y también el teléfono celular del conductor, de cuyo análisis se espera profundizar la la investigación a fin de determinar los alcances de la red de venta ilegal de mercadería.

No se descarta que otras personas vinculadas laboralmente a la firma Hergo hayan participado de las acciones que implican el delito de robo, defraudación y encubrimiento.