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Cultura 22 de agosto de 2016

Una reina sin corona: Juegos

Por Luciana Balanesi

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Valentina le hace honor al nombre. Desde muy chica la alentaron a parecer más grande. En jardín de infantes sabía leer. A los ocho años tenía celular. Para su décimo cumpleaños usaba zapatos con taco y plataforma. Tiene dos hermanos. Ella es la última. Delfina, de 19 es, para Valen, un referente.
Acaba de cumplir once. Tiene, y muestra en Facebook, Instagram y Snapchat una belleza exótica. Se pinta los ojos con maquillajes de la hermana y se saca selfies en las que exhibe su mirada profunda y rasgada, el pelo ondulado y pesado, el cuerpo desarrollado y sinuoso de una chica que pareciera tener 15. Juega, porque en ella se debaten la inocencia y la rebeldía, con las redes sociales. A nadie en su casa esto le llama la atención porque sus hermanos, bastante más grandes, hacen lo mismo.
Por Internet conoció a Segundo. Segundo es un poco más grande que ella. Toda una emoción para esta adolescente prematura… Y un mediodía en que, por el taller extra programático de ciencias, salía más tarde del colegio, se encontraron.
Segundo, con quien chateaban con frecuencia, era mucho más alto y grandote de lo que parecía ser en las fotos de los perfiles. Valen no le había contado nada a ninguna de las chiquilinas con las que compartía el aula de quinto grado. No la entenderían. Tuvo entonces que esperar a que vuelva su hermana a casa esa noche para confiarle lo que le había pasado y pedirle que le sacara, en complicidad de hermanas, un turno con el doctor de mujeres.
Fueron entonces, con excusas camufladas, a la ginecóloga. En el camino Valentina se detuvo frente a la vidriera de la juguetería a la que la solían llevar para que se eligiera el regalo para el día del niño. Se largó, desconsolada, a llorar. Sintió que desde el encuentro con ese desconocido, a quien creía conocer, algo en su interior se había quebrado, y aunque siempre le gustó parecer más grande le dolían, mucho, ahora, las pocas ganas de jugar con los juegos que había allí dentro para chicos de su edad.