Walter Escott (37) cumplía una condena a cinco años de prisión por robo agravado por haberse cometido en poblado y en banda pero le había sido otorgado el beneficio de pasar el último tramo de la condena con arresto domiciliario.

Al conocerse que el acusado había asesinado a Valeria Britez (35) en plena calle, el juzgado de Ejecución Penal solicitó la inmediata detención de Escott.

El caso reabre una vez más el debate por las morigeraciones de las penas y cómo se realizan los controles de condenados que para reinsertarse en la sociedad sigue cumpliendo la pena en un domicilio particular.

La decisión del magistrado Ricardo Perdichizzi se conoció esta tarde en el marco de una causa de robo agravado en poblado y en banda por la que Escott cumplió una parte de la condenada en el penal de Batán.

A su vez, el hombre tiene pedido de detención por el asesinato de Britez y se encuentra prófugo.