CERRAR

La Capital - Logo

× El País El Mundo La Zona Cultura Tecnología Gastronomía Salud Interés General La Ciudad Deportes Arte y Espectáculos Policiales Cartelera Fotos de Familia Clasificados Fúnebres
Arte y Espectáculos 5 de noviembre de 2023

Ridiculizar el autoritarismo, la propuesta de “UBU”

Nueva proyección en la competencia internacional.

Paulo Abreu.

Filmada en blanco y negro y con claras referencias al expresionismo alemán, “Ubu” fue la película de Paulo Abreu que se vio este domingo en la competencia internacional del Festival de Cine de Mar del Plata. El filme es una adaptación de la obra teatral “Ubú rey”, que escribió el francés Alfred Jarry en 1896 y que resulta un texto sarcástico en torno al uso y abuso del poder político.

Abreu es un director de fotografía y de cine portugués que decidió llevar al cine este clásico teatral convencido de que “hay muchos Ubú en el mundo”, tal como señaló durante la conferencia posterior a la proyección, realizada en el Teatro Auditorium.


ubus-2


Lo dijo en relación a los gobiernos de derecha y de corte autoritario que se imponen en diversos países del globo. En ese sentido, el Ubu de su película es un gobernante tan absurdo como ridículo, que llega a gobernar Polonia a partir de asesinar al rey anterior y monta un sistema que elimina a sus opositores de manera violenta, solo busca tesoros y, mientras tanto, se embarca en una guerra sin sentido contra Rusia.

“La obra de teatro original tenía una puesta en escena en la que se usaban máscaras y yo hice algo opuesto, algo más bien clásico, como una película de bajo presupuesto de Hollywood, que se relaciona con el absurdo”, señaló en relación a la distancia que decidió poner con el texto original al momento de la adaptación.

Una atmósfera de cine viejo, o “retro”, tal lo definió Abreu, atraviesa el filme, que tiene además otra particularidad: se lo ve en un tamaño de pantalla cuadrado y no rectangular, como es usual en el cine. Asimismo, Abreu realiza un gran trabajo con la iluminación. Planos a contraluz y juego con las sombras impregnan al filme de una gran belleza visual, lo mismo ocurre con las locaciones en las que fue filmado, antiguos castillos portugueses que simulan “una Polonia abstracta”.

O un país rodeado de un sonido atemorizante y con la proximidad de una tormenta -una banda sonora que acompaña durante todo el filme- y con personajes que llevan a la risa pero cuyas conductas no dejan de criticar el convulso mundo de la política contemporánea.


Abreu, en Mar del Plata.

Abreu, en Mar del Plata.