A más de un mes del crimen de Daniel Marcel (78), el padre del periodista Marcelo Marcel, el cómplice del homicida continúa prófugo.

La causa, a cargo de la fiscal Romina Díaz, continúa sin presentar novedades respecto al paradero del otro delincuente que participó del asalto en el que asesinada la víctima. Durante la feria judicial, según pudo saber LA CAPITAL, se dispusieron algunas medidas judiciales de rutina aunque no se produjeron avances en torno a la búsqueda del segundo hombre.

Las fuentes del caso mantuvieron el hermetismo esta semana, una vez reanudada la actividad normal en Tribunales. Es decir, se desconoce por ejemplo si el ladrón que acompañó a Nicolás Fernández durante el asalto a Marcel en el barrio Regional la noche del 30 de junio fue siquiera identificado o si, directamente, aún se ignoran su nombre y su apellido.

Vale recordar que Fernández fue detenido casi inmediatamente después de ocurrido el hecho a pocas cuadras del lugar y permanece alojado en la Alcaidía Penitenciaria Nº 44 de Batán, donde cumple la prisión preventiva que le dictó el juez de Garantías Saúl Errandonea.

Personal policial de la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) local se abocó a las tareas de identificación del segundo implicado en el hecho, pero hasta ahora no surgieron novedades oficiales al respecto.

Las pruebas reunidas en el expediente son contundentes y marcan a Fernández como el autor material del crimen del Marcel: imágenes de cámaras de seguridad del municipio lo registraron tanto antes como después del hecho y el arma que tenía en sus manos al momento de ser detenido era la misma con la que se disparó la bala que mató a la víctima.

El crimen ocurrió el 30 de junio a las 20.10 en Pasaje Gabito Bannat casi Alvarado. Esa noche, su hijo, el periodista Marcelo Marcel, llegaba a su casa en su auto Fiat Siena y cuando se dispuso a ingresarlo al garaje fue abordado por dos hombres, uno armado con una pistola. Fue en ese contexto que Daniel Marcel, que estaba en la planta alta, bajó por la escalera y salió en defensa de su hijo. El asesino, que sería el detenido Nicolás Fernández, al verlo le disparó en ese momento.

El proyectil entró por la zona de la clavícula derecha y su trayecto causó daños mortales en Marcel, pese a que fue trasladado al HIGA donde falleció.

Fernández fue detenido esa misma noche a pocas cuadras del lugar, frente a su casa de San Lorenzo al 6800 mientras disparaba su pistola en la vereda. En un primer momento lo aprehendieron por ese abuso de arma, pero luego todas las pruebas se dirigieron en su contra y quedó imputado por el homicidio de Marcel. Esa pistola calibre 9 milímetros, quedó demostrado por las pericias, fue la utilizada en el crimen de Marcel.