En Mar del Plata, el último asesinato ocurrió hace 50 días y si bien año a año los números de homicidios dolosos están a la baja, desde el Ministerio de Seguridad de la Nación le dieron prioridad a la ciudad para incluirla en el plan 90/10, para desarticular redes delictivas, estructuras criminales y reducir los crímenes.

Lejos quedaron esos sangrientos años del 2013 o 2014, en los que en Mar del Plata se registraban entre 70 y 80 homicidios y las noticias de asesinatos ocupaban toda la atención en la ciudad. Para elegir a Mar del Plata entre las cuatro ciudades de la provincia de Buenos Aires en las que se les dará prioridad, el Ministerio de Seguridad usó cifras de 2023, año en que se registraron 43 homicidios dolosos en la ciudad.

Como se ha dicho en infinidad de ocasiones, el homicidio doloso tiene una dinámica de frecuencia única, si se lo compara con otros delitos que construyen la noción de inseguridad. Los robos contra la propiedad, los delitos contra las personas (lesiones, amenazas, privación ilegal de la libertad, abusos sexuales) o las estafas se mueven dentro de una curva de previsibilidad en períodos cortos. Sin embargo, el homicidio doloso requiere un tiempo mayor para llegar a una conclusión certera. Por eso es que los estudios más precisos se basan en la tasa de homicidios cada 100 mil habitantes por año calendario.

En esa referencia, en 2023 Mar del Plata estuvo por encima de la tasa nacional: 6,5 contra 4,4. Y, a pesar de la baja, lo sigue estando en 2025. Pero bien vale destacar tres puntos importantes que pueden relativizar ese dato. Muchas veces el Ministerio de Seguridad toma erróneamente el número del Departamento Judicial Mar del Plata, que incluye además los partidos de Balcarce, Mar Chiquita y Miramar, y habla de “Mar del Plata”. Es cierto que los demás partidos no aportan mucho a esa estadística, pero no deja de ser incorrecto. 

Otro punto es que hay “homicidios” que se quitan de la estadística final si se tratan de hechos de una inobjetable legítima defensa. Esto es porque nunca se llega a configurar jurídicamente el delito de homicidio, por ejemplo, el episodio en el que un militar retirado mató en su casa de Faro Norte a dos asaltantes el 18 de noviembre del año pasado.

Y por último, que a Mar del Plata no se la puede medir igual que a otras ciudades, porque su población no es constante. La tasa de homicidios tiene en cuenta el último censo más una proyección estimada que, para el año 2023, fue de 665.357. Pero se sabe que en tres meses la cantidad de gente en la ciudad se incrementa sustancialmente por cuestiones turísticas y laborales. Eso debería merecer un asterisco al menos, aunque no modifique la tasa.

En este 2025 se han registrado 12 homicidios: seis en enero en plena temporada, cuatro en febrero y dos en marzo. No obstante, la última muerte violenta fue la de Ulises Segovia, el delincuente al que mató un jubilado que se defendió de un robo. Como se dijo, al no configurar delito, jurídicamente no hay homicidio y debería descontarse. Por lo tanto, desde el 1° de marzo han pasado 50 días sin que se registrara un nuevo crimen en la ciudad.

Si se mantiene la tendencia actual, que registra 11 homicidios en los primeros 110 días del año, la proyección anual indicaría un total cercano a los 40 homicidios en 2025. Una cifra prácticamente igual a la registrada en 2024, con 39 asesinatos (no se contabilizan los de Faro Norte) o en 2023, con 43.

“El Plan Territorial de Reducción de Homicidios y Violencia Relacionada se sustenta en la necesidad de abordar de manera integral y focalizada las causas estructurales, situacionales y de oportunidad que generan este tipo de violencia extrema”, indican desde el Ministerio de Seguridad.

Según explicó, el plan “se erige como una respuesta integral y basada en evidencia para reducir no solo las tasas de homicidios intencionales, sino también los factores asociados a la violencia en los territorios más afectados”.

El objetivo general es “reducir de manera significativa los niveles de homicidios intencionales y la violencia relacionada en los territorios prioritarios mediante una intervención integral que articule políticas de prevención, control del delito y fortalecimiento institucional”.

Crímenes vinculados a las drogas

En 2023, el año tomado en cuenta por el Ministerio de Seguridad, en Mar del Plata prácticamente uno de cada tres homicidios estuvieron vinculados a contextos de narcomenudeo.

Entre los datos más relevantes surge la distribución de los hechos sobre el mapa de toda la ciudad de Mar del Plata y que advierte sobre una localización singular.

Excepto cuatro crímenes, dos de ellos que tuvieron como víctimas mujeres ancianas, otro de un adolescente en plena Peatonal San Martín y el de un hombre en una fiesta de cumpleaños, todos los asesinatos del 2023 se produjeron entre el segundo y el tercer anillo urbano, preservándose la seguridad en la zona delimitada por las avenidas Juan B. Justo, Champagnat y Constitución.

Esta característica coincide con el avistamiento de una dinámica en ascenso del narcomenudeo combinado con violencia en los barrios periféricos más calientes, como Nuevo Golf, Libertad, Las Heras o Jorge Newbery.

En los crímenes no se distinguieron cuestiones de territorialidad, sino más bien de consumo o de venganza.

Desde el Ministerio de Seguridad aclararon que “el fenómeno de los homicidios en Argentina presenta una distribución geográfica desigual, con tasas particularmente elevadas en ciertas áreas urbanas, donde la combinación de factores como la narcocriminalidad y la marginalidad social favorecen el control territorial por parte de los grupos criminales”.

El Ministerio puntualizó que “los homicidios suelen estar asociados a otras formas de violencia, como la violencia intrafamiliar y la violencia juvenil”. Y apuntó que “esta violencia, a su vez, retroalimenta un ciclo que aumenta la probabilidad de incidentes letales, por lo que es fundamental abordar este fenómeno para tener un impacto sostenible en la reducción de homicidios”.

Homicidios e inseguridad

Para un número mayoritario de ciudadanos, los crímenes que provocan indignación y fijan la idea de inseguridad son aquellos que tienen por víctimas a personas no vinculadas al delito, inocentes. Estos hechos serían, principalmente, los homicidios en ocasión de robo.

En este 2025, en Mar del Plata asesinaron al kiosquero Cristian Velázquez en un violento asalto, en el que el delincuente le disparó a quemarropa mientras huía del negocio.

Esta muerte fue un detonante en Mar del Plata en plena temporada y a las 24 horas, policías de civil que buscaban al principal sospechoso mataron a Matías Paredes, un joven que iba en auto con unos amigos y que nada tenía que ver con el hecho.

En ese contexto de convulsión y desconfianza con la Policía Bonaerense la ministra Patricia Bullrich vino a Mar del Plata y en conferencia de prensa anunció la llegada de fuerzas federales a la ciudad para marzo, lo que finalmente no ocurrió.

Según había explicado la ministra de Seguridad en esa conferencia del 6 de febrero en la que estuvo acompañada por Montenegro, el objetivo de las fuerzas federales sería el de “generar las investigaciones profundas sobre las bandas que puedan estar al frente de situaciones de violencia extrema y homicidios”.

Ahora, en boletín oficial se anunció ese plan 90/10 que incluye a Mar del Plata como prioridad, una medida de impacto político que busca reducir homicidios que ya están a la baja.