Votar en las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) para las personas de la periferia de la ciudad no es una tarea sencilla. Después del último temporal, las calles de tierra se volvieron barro, los pozos se llenaron de agua y trasladarse, al menos en un barrio como el Florentino Ameghino, no resulta tarea sencilla.

La Escuela Nº72 está en Brandsen al 9900, a metros de Errea que en muchos mapas figura como una calle asfaltada, pero que en la realidad es tierra y pozos por esa zona. Luego de las intensas lluvias de esta semana, esa realidad se transformó en barro y charcos que la vuelven por momentos casi intransitable.

La Escuela Nº72  tiene 12 meses para que los vecinos voten y, como en tantos otros establecimientos, la actividad comenzó pasadas las 9 porque no se presentaron las autoridades sorteadas y tuvieron que ocupar el lugar quienes fueron temprano a votar.

“El temporal complicó la situación, pero no escapa a la realidad de los establecimientos, de los problemas edilicios, de los presupuestos que no se aprueban o de las partidas que no llegan”, expresó el director del colegio y delegado de la Junta Electoral.

El barrio Florentino Ameghino tiene vida propia más allá de las PASO, la veda electoral, los candidatos o el clima. Hay un sentimiento inalterable a pesar de las promesas de campaña. En el barrio suena cumbia fuerte desde todas las casas, las motos pasan haciendo rugir los motores y los jóvenes toman cerveza del pico en la vereda a pesar que a pocos metros hay una escuela donde se vota, con custodia de personal policial y las Fuerzas Armadas.

La periferia de la ciudad tiene una vida propia, una vida que aunque salga el sol, muchas veces se desarrolla entre el barro y el agua, como en estas elecciones.

“Agua, agua, agua”

Cristina y Miguel son dos jubilados que viven en frente de la escuela Nº72. Ambos atienden un kiosco y aprovecharon este domingo electoral para trabajar, para “hacer unos mangos extras”, como dicen.

“Por este barrio no vino ningún candidato. En esta cuadra, las luces no funcionan hace dos años, se inunda siempre y se llena de barro. Agua, agua, agua por todos lados. Vivimos como chanchos en el barrio siempre que llueve”, dice Cristina.

Votar en el barrio Autódromo

Los vecinos del barrio Autódromo también sufrieron las calles de barro y agua a la hora de ir a votar en estas PASO.