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Policiales 22 de diciembre de 2022

Absolvieron a un hombre que mató a su vecino para defender a su hijo y a sus nietas durante una pelea

El homicidio de Miguel Ángel Miele (49) ocurrió en mayo de 2020 en el barrio Las Heras. Jorge Sgaibe, el autor, resultó absuelto al probarse que actuó en legítima defensa para evitar que sus seres queridos fueran víctimas de los agresores que apedreaban y golpeaban con palos el automóvil en el que ellos se encontraban.

El automóvil de Sgaibe fue peritado por la Policía Científica.

Un hombre que en mayo de 2020 mató a puñaladas y balazos a su vecino del barrio Las Heras fue absuelto al considerarse que actuó en legítima defensa de su familia, durante una violenta pelea que se había iniciado por conflictos de convivencia.

El homicidio de Miguel Ángel Miele (49) ocurrió el domingo 10 de mayo de 2020 al mediodía en Heguilor al 2500. El autor del mismo fue Jorge Sgaibe, quien entonces tenía 62 años y se encontraba con su hijo, su nuera, y las dos pequeñas hijas de ellos, sus nietas, cuando se desató el enfrentamiento.

La decisión de absolver a Sgaibe fue tomada tras un juicio abreviado llevado a cabo ante el juez Néstor Conti, del Tribunal Oral en lo Criminal Nº 1. Previamente, el fiscal del caso, Leandro Arévalo, había desistido de acusarlo y solicitar su condena, ya que concluyó que su accionar estuvo enmarcado en la legítima defensa.

El conflicto

Vale recordar que el hecho se produjo después de varios años de enfrentamiento vecinal. Los inconvenientes generales entre Miele y la familia del imputado se produjeron por cuestiones de convivencia. En esas últimas horas antes del desenlace fatal, el conflicto se había producido debido a que, sobre el garaje de la víctima, alguien había colocado un bolsón de arena que había pertenecido a Sgaibe.

Según reconoció luego el autor del homicidio, el sábado por la noche Miele empezó a gritarle desde la puerta de su casa que le prestara 200 pesos. “Recién vinieron a comprar pescado”, le espetó, en referencia a su trabajo de estibador. “No puedo, esa plata la necesito”, le había contestado el imputado.

El entredicho finalizó a los pocos minutos pero se reanudó en la mañana del domingo siguiente, cuando Sgaive faenaba un lechón en su casa. “Ahora te pusiste la gorra, me vas a tener que sacar el bolsón este de acá, si no vas a ver lo que te va a pasar…”, volvió a decirle la Miele, de acuerdo a la declaración posterior del propio imputado, mientras le señalaba un bolsón de arena suyo que se ubicaba sobre la vereda que compartían ambos, y que, decía, ocupaba parte de su garaje.

“¿Qué me va a pasar? Si mañana viene el albañil y te saca el bolsón. ¿No podés esperar?”, habría contestado Sgaibe, conforme le confesó al fiscal Arévalo. “Me dijo nuevamente que lo sacara, que él ya había conseguido la plata y que había estado toda la noche de caravana”, agregó en su declaración, y señaló que los materiales estaban del lado suyo por su propio pedido, ya que incluso se los había prestado para hacer una refacción en su vivienda.

Acto seguido, interfirieron los hijos de ambos. Los datos recolectados por la policía determinaron que hubo un momento en que Miele y su hijo Facundo agredieron al hijo de Sgaibe, que vive en la planta superior de la misma casa junto a sus dos pequeñas hijas. Al parecer, el joven sacaba su automóvil Volkswagen Fox (foto) del garaje cuando comenzó a recibir piedrazos y hasta lo golpearon con una especie de lanza confeccionada con un palo de escoba que tenía atado un cuchillo en una de las puntas. Esos daños fueron corroborados por la Policía Científica que analizó más tarde las pruebas y hasta secuestró una piedra del interior del vehículo.

Lo cierto es que Sgaibe, que se encontraba en el interior de su casa para entonces, escuchó los ruidos que provenían del exterior y salió a la calle, ya bajo la sospecha de que se trataba de otro incidente con sus vecinos. Fue entonces cuando los hombres se trenzaron en lucha y hasta se hirieron mutuamente con armas blancas: el cadáver de Miele que analizaron los médicos forenses tenía dos puñaladas y el propio Sgaibe, al declarar el miércoles siguiente, mostró que había sufrido un corte en un brazo por parte de su vecino.

En cuestión de segundos, el hombre entró a su casa, tomó un revólver calibre 32 que guardaba en su interior “con cinco o seis balas”, y salió nuevamente a la vereda. Entonces, disparó al menos cuatro veces sobre sus vecinos, causándole la muerte a Miele padre y una herida en los glúteos al hijo. Luego, su propio hijo lo llevó en el mismo automóvil apedreado hacia la ruta 88, a la altura del supermercado Hergo, donde lo dejó para evitar represalias, y regresó a su casa para cuidar de sus pequeñas hijas que se habían quedado con su hermano.

En simultáneo, arribó al lugar la policía y Miele hijo, aunque estaba herido, empezó a amenazar a los uniformados. A uno de ellos además lo golpeó, por lo que una vez internado en el HIGA se ordenó su detención, imputado en una causa por el delito de “resistencia a la autoridad” y en otra por “daños y amenazas” de acuerdo al testimonio de los Sgaibe que indica que había apredreado su automóvil.

“Me desmadré”, también reconoció en su declaración indagatoria el imputado, tras entregarse posteriormente a la Justicia junto a su abogado César Sivo. “Ellos empezaron a pegarle palazos al auto y lo agujerearon. Yo pensé que adentro estaban mis nietas y me desmadré. No sé qué me pasó. Yo no soy agresivo, no peleaba con nadie. En la calle ni ando”, agregó.

Y en la misma línea añadió: “Yo estaba acobardado, soy grande. Él Estaba drogado todo el día y molestaba. Y yo quería evitar que molestara a mis hijos. Me puse como loco cuando no vi bajar del auto a mis nietas”.

Pruebas

En su fallo, el juez Conti decidió absolver a Sgaive al entender que actuó en legítima defensa, más no bajo emoción violenta, como también lo había planteado el abogado Sivo. Es que el magistrado entendió que el propio imputado había declarado que en todo momento fue consciente de lo que ocurría y que tomó la decisión de intervenir de la forma en la que lo hizo para evitar que sus seres queridos fueran víctimas de las agresiones de sus vecinos.

Para llegar a esa conclusión, las partes que acordaron la realización del juicio abreviado y el propio juez tomaron en cuenta distintas pruebas recolectadas durante el desarrollo de la investigación, como los peritajes realizados por la Policía Científica y, sobre todo, las declaraciones de los testigos del crimen, en su mayoría otros vecinos que dieron fe del buen concepto de Sgaive y, en contraparte, ratificaron los dichos de éste sobre los comportamientos de Miele.