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Cultura 20 de junio de 2017

Acá y allá

por Ricardo Arriagada

Allá.
Cruzando el resto de alambrado
cruzando el vapor de la basura
allá
cruzando
está aquello.

Allá
los perros tironean
allá la gente escarba.
Sólo subir el zanjón,
Allá.

Y no es acá. Es allá.
Parece lo mismo pero no es.
Parecen nosotros pero no son.
Es allá.
Y hablamos y hablamos tantas cosas
pero no son.

Allá es cruzando aquello.
Acá no es aquello.
Acá encargamos por teléfono,
acá los perros se llaman ovejero algo.
Allá los perros duermen en restos de valiant tres.
Allá los perros tironean restos.

Porque esto no es aquello y además decimos que no es culpa nuestra
y hasta nos pronunciamos en algún sentido
y hasta juntamos incluso alimentos no perecederos.
Pero aquello no es esto
y no es esto, entre otras cosas, porque dejamos claro que no es esto.

Y aquello es grande como una ilusión grande.
Se parece a las ilusiones que no serán.
A los amores auténticos que no serán.
Se parece a sí mismo.
Aquello.
Allá.

Además es grande como un laberinto.
Es grande y, claro, algo confuso.
Y las calles no se llaman Rivadavia.
Aquello es un verdadero laberinto.
Aquello, sin duda alguna, no es como esto.

Y acá las marcas son etiquetas de marcas
en tanto que el odontólogo atiende a las siete, siete y media.
Pero, ninguna duda, eso es acá.
Aquello es otra cosa.
Allá las marcas son marcas en el útero, en la espalda,
en la otra mejilla de aquello.
Allá el odontólogo es una pinza de albañil.
Allá.

Y no es acá. Es allá.
Afortunadamente, suspiramos aliviados.
Gracias a Dios, suspiramos aliviados.
Nos alivia que allá sea allá.
Nos alivia que allá sea aquello.
Nos alivia que Dios parezca conforme.

Porque aquello es grande como Dios.
Y Dios, por caso, es grande como un laberinto
y se aparece en una callecita donde alguien lo ha tirado,
escamoso, sucio, llorón, amoratado, Dios,
con el cordón recién cortado, con el cordón cortado a mordiscones.
Se aparece y digamos que Dios es más o menos argentino.

Por eso alguien recoge al santísimo
mientras las tanquetas
y alguien lo unge entre explosiones
y aquello, es decir allá,
corre y corre
mientras agradece no ser nosotros
y putea el nosotros que lo muerde
y reza la navidad de acá y de
allá.