De los entre 60 y 110 llamados que en los últimos días viene recibiendo el municipio a través de la línea 147 vinculadas a personas en situación de calle, “muchas son repetidas”, pero fundamentalmente “un gran porcentaje de esas personas se resiste a ir a un parador”, indicó Leticia González, La coordinadora del programa municipal de asistencia para personas en situación de calle.

La funcionaria manifestó al respecto que “cuando una persona no quiere ir al parador le dejamos aislante, abrigos y frazadas”, pero terminan pernoctando en la vía pública, preferentemente en la zona céntrica de Mar del Plata pero -también- circunstancialmente en algunos barrios, ya que “no podemos obligarlos a ir”.

“Nosotros vamos, intentamos por todos los medios invitarlos a venir al parador, pero muchos no quieren y la limitación nuestra es la voluntad de la persona”, explicó la funcionaria y en ese sentido trazó una vinculación directa con el otro “gran obstáculo” para abordar la problemática: las adicciones.

Es que si bien entre los motivos por los que una persona termina en la calle actúa como un denominador común el quiebre o la ruptura de los lazos familiares y no las adicciones, éstas, sin embargo, constituyen un problema fuertemente arraigado al pasar a estar en esa condición. Y actualmente, tras el cierre del parador que funcionaba en la comunidad terapéutica de Posada del Inti, no hay un abordaje integral en torno al consumo abusivo de alcohol o estupefacientes de las personas en situación de calle.

“Es un tema serio el de la adicción en la calle. Vemos mucho consumo de alcohol y sustancias. Nosotros estamos trabajando con el Sedronar en la derivación de personas con adicción a las sustancias y también con Narcóticos Anónimos, que es un grupo de autoayuda que brinda una contención importante”, dijo González.

En ese sentido, a su entender, “desde el sistema de salud habría que pensar estrategias de salir a la calle” ya que “Desarrollo Social avanzó en plantear una política pública para las personas en situación de calle desde la perspectiva social”, pero “los que quedan en la calle y no van al parador son, principalmente, personas que tienen muchos años de permanencia con fuertes problemas de consumo y no aceptan ir a un parador porque son muchas horas sin consumir”.

En el mismo sentido, la funcionaria expresó: “Es una valoración personal, pero me parece que hay un debate para dar en torno a salir a la calle para intervenir distinto en el tema en materia de salud”.