Un barco pesquero cargado de migrantes que navegaba hacia Europa se hundió en el mar Mediterráneo cerca de las costas de Grecia y al menos 79 personas murieron y muchas más estaban desaparecidas tras una de las mayores tragedias de su tipo en lo que va del año, informaron autoridades.

La Guardia Costera griega dijo que otras 104 personas habían sido rescatadas en el marco de un operativo en curso en una vasta área del mar del que participaban barcos de la Marina y lanchas de la Guardia Costera, aviones y helicópteros del Ejército y hasta buques mercantes y privados, y que iba a continuar durante la noche.

El hundimiento ocurrió en aguas internacionales a unos 80 kilómetros al suroeste de la península del Peloponeso, en el sur de Grecia, cerca de una de las zonas más profundas del mar Mediterráneo, dijeron el Ministerio de Migraciones y la Guardia Costera griegas.

Las profundidades y fuertes vientos complicaban la “extensa” operación de rescate, según los guardacostas.

Cuatro de los rescatados estaban en condición grave y fueron transferidos en helicóptero a un hospital de la ciudad de Kalamata, también en el sur del Peloponeso.

En el puerto de Kalamata, supervivientes cubiertos con mantas grises y portando barbijos descendían de un yate que los había rescatado, según mostraron canales de televisión griegos.

La televisión mostró también a decenas de exhaustos migrantes durmiendo en el piso de un gran galpón de la misma ciudad, dentro de bolsas de dormir o envueltos en frazadas proporcionadas por paramédicos y equipos de rescate.

Una carpa de primeros auxilios fue montada junto al galpón.

La Guardia Costera dijo que ya se habían recuperado 79 cadáveres.

Entre los sobrevivientes había 30 personas de Egipto, 10 de Pakistán, 35 de Siria y dos de Palestina, agregó.

Todo indica que el barco se dirigía a Italia y que había zarpado desde el norte de África, desde la ciudad oriental libia de Tobruk, según autoridades griegas.

Libia se encuentra sumida en el caos desde que un levantamiento armado mayormente islamista apoyado por una campaña de bombardeos de la OTAN logró derrocar y asesinar a su autocrático exlíder Muammar Kaddafi, en 2011.

La situación fue aprovechada por traficantes de personas que hicieron de Libia el principal punto de partida para migrantes que intentan llegar a Europa en barcos de contrabandistas, escapando de conflictos o de la pobreza en África y Asia.

Un avión de vigilancia de la agencia europea Frontex detectó la embarcación la tarde del martes, pero los pasajeros “rechazaron la ayuda”, según un comunicado de las autoridades portuarias griegas.

Grecia ha conocido numerosas tragedias con embarcaciones, a menudo vetustas y sobrecargadas, pero se trata del naufragio que más víctimas dejó frente a sus costas desde otro el 3 de junio de 2016 en el que murieron o desaparecieron al menos 320 migrantes.

También es el segundo más letal en todo el Mediterráneo en lo que va de 2023, desde que 94 migrantes se ahogaran en febrero pasado cerca de la sureña ciudad italiana de Cuttro al hundirse el barco en el que habían zarpado desde Turquía.

La mayor tragedia de este tipo que se recuerda en el mar Mediterráneo tuvo lugar el 18 de abril de 2015, cuando un barco pesquero a la deriva y desbordado de migrantes chocó con un buque de carga que venía a su rescate cerca de las costas de Libia.

Solo sobrevivieron 28 personas, y expertos forenses concluyeron que en el barco hundido iban unas 1.100.

La ruta migratoria que va del norte de África a Italia por el Mediterráneo central es la más mortífera del mundo, según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), un organismo de la ONU.

El OIM ha registrado más de 17.000 muertes o desapariciones allí desde 2014.

El organismo de la ONU dijo que informes iniciales apuntaban a que unas 400 personas iban en el barco que se hundió frente al Peloponeso.

También hoy, un velero en dificultades con unos 80 migrantes a bordo que navegaba frente a las costas de la isla griega de Creta fue rescatado y remolcado por guardacostas hasta el puerto de Kaloi Limenes, frente a Libia, dijo la Policía Portuaria griega.

Grecia, Italia y España han sido los principales destinos de decenas de miles de personas que buscan llegar a Europa desde África y Medio Oriente.

Con una larga frontera marítima, Grecia es un cruce habitual de inmigrantes procedentes de la vecina Turquía y enfrenta crecientes intentos de ingresar por rutas cercanas a las islas Cícladas y hacia el Peloponeso para evadir los patrullajes en el mar Egeo, más al norte, escenario de numerosos naufragios, a menudo mortales.

En campaña electoral con vistas a las elecciones generales del 25 de junio, el ex primer ministro conservador Kyriakos Mitsotakis decidió anular un acto electoral previsto para hoy por la noche en Patras, el gran puerto de esta región de Peloponeso, anunció su partido Nueva Democracia (ND).

De su lado, la presidenta de la República, Katerina Sakellaropoulou, se dirigió a Kalamata para visitar a supervivientes del naufragio.