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Arte y Espectáculos 20 de noviembre de 2017

“Álbum blanco”, leyenda negra: la extraña conexión entre los crímenes de Manson y Los Beatles

por Hernani Natale

Charles Manson creyó que había sido el elegido de Dios para encarar una “limpieza” moral, de acuerdo a los designios del Apocalipsis, el último libro que forma parte de la Biblia, y que los detalles sobre cómo llevar a cabo esta tarea estaban ocultos en las letras de varias canciones que integraban el denominado “Álbum Blanco“, de Los Beatles, fue la conclusión a la que llegó el fiscal Vincent Bugliosi, en el juicio que condenó en 1971 al feroz asesino y sus seguidores.

Precisamente, Manson creía que era el “Quinto Jinete” al que hace referencia el texto sagrado y que los otros cuatro eran los integrantes del famoso grupo de Liverpool, quienes a través de las composiciones “Helter Skelter“, “Piggies“, “Revolution 9” y, en menor medida, “Blackbird” y “Honey Pie“, mantenían un contacto secreto con él.

Todas estas construcciones en la mente del asesino fueron debidamente explicadas por Bugliosi ante el estrado, luego de varios meses de estudio, y llevadas al gran público a través de la edición de su libro “Helter Skelter: La verdadera historia de los asesinatos de Manson”.

La enmarañada trama comenzó a mostrar sus primeras puntas cuando algunas integrantes de la llamada “familia”, el nombre dado a la comunidad hippie que tenía a Manson como líder, confesaron los crímenes y dieron detalles del modo en que se había diseñado el plan para matar a 7 personas, entre las que se encontraba la actriz Sharon Tate, esposa del director Roman Polanski, quien se encontraba embarazada.

Aparentemente, la elección de esta actriz entre las víctimas era una respuesta a la película “El bebé de Rosemary”, del director franco-polaco, en la que una mujer engendraba un hijo del diablo.

El testimonio de Linda Kasabian y Leslie Van Houten, fundamentalmente, permitió comprender la saña evidente en la escena del crimen, que incluía apuñalamientos con cubiertos de plata y las palabras “Helter Skelter” y “Cerdos” escritas en las paredes con sangre de las víctimas, que fueron sorprendidas mientras compartían una cena en una mansión de Bel Air, en California.

La escucha atenta y el estudio de las letras de las canciones de The Beatles y su cruce con pasajes del libro del Apocalipsis por parte del fiscal lograron desandar el camino de la compleja historia montada en la cabeza de Manson, que sirvieron de inspiración para ordenar las matanzas.

Las imágenes del texto bíblico describe a los jinetes del apocalipsis con corazas y capaces de lanzar fuego por la boca, una imagen que para Manson aludía a The Beatles, sus guitarras eléctricas y su canto; además de advertir que ellos tocarían la trompeta para anunciar el inicio de la batalla final contra el mal.

Esa trompeta la escuchó en el disco editado en 1968, a partir de distintas frases incluidas en varias canciones, en donde además estaban las instrucciones para llevar a cabo esta cruzada contra grupos burgueses, a los que Manson consideraba el reflejo de todos los males posible sobre la Tierra. De allí, la elección de las víctimas.

La canción “Blackbird”, de Paul McCartney, que habla fundamentalmente sobre la liberación, fue interpretada por Manson como el aviso de la necesidad de un levantamiento de los negros contra la raza blanca dominante, sobre todo por su verso “toda tu vida esperaste este momento para levantarte”.

“Piggies” (“Cerditos”) es una composición de George Harrison, que con mucho humor negro habla sobre una familia de cerdos muy pulcra que come con tenedores de plata, una imagen bastante parecida a la que ofrecían las víctimas de Manson al momento de su irrupción. Incluso, esos cubiertos fueron hallados clavados en el cuerpo de los cadáveres por los investigadores.

En “Honey Pie”, otra creación de McCartney, hay una frase que llamó la atención de Manson, que dice “estoy enamorado pero soy perezoso, así que por favor ven a casa”, lo cual le dio a entender que The Beatles no cruzaría el océano de Gran Bretaña a Estados Unidos para encabezar la rebelión, por lo que todo el trabajo debería ser llevado a cabo por él y su “familia”.

“Helter Skelter”, otra pieza de Paul, considerado uno de los temas más extremos a nivel sonoro grabado por el grupo, cuyo título alude a una atracción muy común en parques de diversiones, advierte en uno de sus versos que “el Helter Skelter se acerca”, acaso una de las señales más claras para Manson de que había llegado el momento. De hecho, su interpretación era que el “Helter Skelter” era el nombre de esta batalla final que tenía a cargo.

Finalmente, “Revolution 9”, un polémico experimento sonoro de John Lennon, que consiste en un collage con más de ocho minutos de ruidos, con gritos y sirenas, era para Manson la banda sonora del Apocalipsis.

Pero si cabía alguna duda, a mitad de esta pieza se escucha una voz que dice “álcense”, lo cual fue tomada como la orden final de que el día había llegado.

El previo lavado de cerebro a sus seguidores, gracias a sus dotes de líder nato, y un viaje conjunto de ácido lisérgico de más de un día con el disco de The Beatles como fondo, convenció a los integrantes de la “familia” y sirvieron de preludio para el fatídico 9 de agosto de 1969.

“Manson era otro de esos chiflados que dan a nuestras letras un sentido místico. A nosotros nos gustaba escribir letras sin sentido y ver las lecturas hacía la gente, pero, ¿qué tiene que ver eso con apuñalar gente?”, dijo Lennon, en una famosa entrevista a Playboy, en 1971, al ser consultado sobre el tema.

Télam.