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Policiales 11 de mayo de 2022

Ataque a micros: la disputa por un negocio que no para de crecer

Desde Mar del Plata salen unidades varios días a la semana hacia CABA con pasajeros que compran ropa barata y luego la revenden. El flujo es tan importante que hay una disputa por controlar el negocio. Se cree que ahí está el motivo del ataque a tiros en la Autovía 2 contra dos micros.

“Podrían haberse matado todos. Si explotaba una cubierta y volcaba. Los que hicieron esto no tomaron noción de lo que podía haber pasado”.

La palabra de Analía, una de las propietarias a las que pertenecen los dos micros baleados en la Autovía 2 cuando regresaban a esta ciudad tras un tour de compras en el barrio porteño de Flores, son contundentes y grafican la gravedad de lo sucedido. Y además dejan traslucir un conflicto subyacente que germina en Mar del Plata. Porque los micros quedaron en medio de la disputa por controlar un negocio que dentro de las economías informales parece tener uno de los mayores crecimientos.

“Esto es porque se disputan los pasajeros los que organizan el tour de compras. Nosotros no tenemos nada que ver, pero recibimos el daño”, dijo Analía, responsable de la empresa Microsur que subalquiló a una agencia de viajes las unidades para dar el servicio.

El ataque fue demencial: desde una camioneta, a la altura entre las localidades de Lezama y Castelli, dispararon casi 90 tiros que impactaron en la parte trasera de las dos unidades. Aunque en un primer momento se creyó que podía tratarse de un intento de robo, luego todo se orientó hacia un ataque mafioso.

Cristian, uno de los choferes, declaró a TN en ese sentido. “No creo que haya sido un robo tampoco, porque nos hubieran atacado a la ida, sabiendo que la gente va con dinero. Y si a la vuelta nos querían robar, nos cruzaban la camioneta y se llevaban todo Pero no hicieron eso”, remarcó. “Para mí que es competencia. Hay mucha competencia en los que contratan a las empresas. Los que contratan a la gente para llevar a Flores. No es una interna entre empresas de transportes”, reafirmó.

De esa manera el chofer dejó en claro lo que se presume: que la disputa por controlar el negocio de los tour de compras es el trasfondo del ataque.

La misma dueña de Microsur dio a entender que la agencia de viajes a la que le subalquilaron los micros había optado por rentar un Suitebus, una unidad que tiene confort diferenciado y que podría sacar distancia a otras propuestas marplatenses.

Analía contó sobre su empresa de transporte que “somos de tercera generación. Nos alquilan filiales de fútbol, clubes de jubilados, escuelas y también Marianela, que es una excelente persona. Marianela quiere cada vez brindar un mejor servicio, nos pidió esa unidad y la alquilamos. Pero no nos imaginábamos este desastre”.

Que no haya habido heridos fue inexplicable para Analía quien agregó que “los choferes dieron orden de tirarse todos los pasajeros al piso, aceleraron con todo, querían que esa camioneta desaparezca, pero retomó y volvió”.

El ataque

Los micros subalquilados regresaban del viaje de compras al barrio de Flores cuando fueron baleados en la Autovía 2, en cercanías de la localidad de Castelli.

Las dos unidades de la empresa Microsur, al servicio de Marianela Agencia de Viajes, recibieron casi 90 balazos en la parte trasera, con la clara intención de afectar los motores. Pese a la balacera, no se produjeron heridos y el propósito inicial del atentado se cumplió, ya que los dos micros debieron detenerse no solo para pedir auxilio a la policía sino porque quedaron, al menos uno de ellos, imposibilitados de completar el regreso a Mar del Plata.

Cintia, pasajera de uno de los micros baleados, contó que vivió “una pesadilla” y que lo ocurrido fue “una locura”, al tiempo que aseguró que existe una “interna muy grande” entre compañías de transporte que llevan gente desde la ciudad de Mar del Plata a Capital Federal para realizar compras, a las que calificó como “una mafia”.

“Volvíamos de comprar, es una empresa de tour de compras, una de las mejores de Mar del Plata. Un micro recibió 45 disparos y el otro, 43. Fueron cerca de 90 tiros, una locura”, dijo.

Uno de los ataques se registró cerca de las 21.30 sobre el kilómetro 130 de la ruta provincial 2, entre las localidades de Chascomús y Lezama, mientras que el segundo hecho fue aproximadamente a las 22.10, a unos 40 kilómetros del primer episodio, ya en Castelli. Según las fuentes, los micros, cada uno con 22 pasajeros a bordo, fueron atacados a balazos por un grupo de hombres que circulaba en una camioneta blanca.

El fiscal Jonatan Roberts, a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 10 de Chascomús, confirmó que los rodados “recibieron 44 disparos cada uno”, según reveló la pericia realizada ayer por la mañana por la Policía Científica.

“Se utilizó un calibre chico, que podría ser .22 pulgadas o 6.35 milímetros”, añadió el investigador judicial.

Oscar, uno de los cuatro socios de la empresa Microsur, dijo que “nunca recibimos una amenaza; los choferes declararon que no fueron amenazados previo al viaje y no notaron nada extraño durante el viaje”.

Por su parte, Carlos Aranciaga, director de Defensa Civil de Castelli, dijo que “algunos afirman que la empresa de tours, que es de Mar del Plata y lleva gente a comprar ropa a Flores, subcontrataba a una empresa de micros, pero luego la dejó y comenzó a trabajar con otra gente”, por lo que el ataque sería “una represalia”.

“Si bien, por suerte, no hubo víctimas, desplegamos un operativo policial para ayudar a la gente que quedó a la deriva sobre la ruta porque los colectivos quedaron varados”, contó Aranciaga, quien detalló que el municipio de Castelli asistió a unas 70 personas “para que no queden a la deriva con el frío”.

El fiscal Roberts ya solicitó las imágenes de las cámaras de seguridad de la autovía y le tomó declaración a los choferes de ambos michos, a sus dos asistentes y a los 22 pasajeros.

“No se descarta ninguna hipótesis, aunque la teoría del robo es compleja porque no intentaron que frenaran los micros ni amenazaron a los choferes”, detalló un investigador.