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Policiales 3 de agosto de 2021

Atraparon al presunto doble homicida de San Eduardo

Fue durante un allanamiento efectuado esta tarde en el mismo barrio del sur del partido. El acusado tiene 42 años y en la casa hallaron una motocicleta similar a la usada en el ataque.

El allanamiento realizado el 6 de agosto finalizó con la detención de Ignacio Serra.

Un hombre fue detenido esta tarde por ser el sospechoso principal de haber cometido el doble homicidio del lunes en el alejado barrio de San Eduardo en el cual dos hombres fueron acribillados mientras circulaban en un automóvil.

Durante el allanamiento a un domicilio ubicado a solo 500 metros de donde se produjo los asesinatos a tiros de Nicolás Vergara y Ezequiel Contreras, ambos de 35 años, personal policial bajo la autorización del fiscal Leandro Arévalo secuestró una motocicleta Honda 150 de color blanca desde la cual supuestamente se perpetró el ataque, una escopeta y también algunos elementos incriminatorios.

Ignacio Serra (42) quedó aprehendido luego de que lo buscaran en tres viviendas, algunas de ellas de sus familiares. De acuerdo a la información a la que accedió LA CAPITAL, Serra y Contreras habrían mantenido una discusión el pasado sábado en el mismo barrio, frente a una parada de colectivos, y esa mínima confrontación tuvo un desenlace extremo: Contreras murió y también Vergara, quien en principio no tendría nada que ver con ese problema inicial.

En la casa de Serra, ubicada en calle 823 y 6, los investigadores hallaron dos cascos, uno de ellos color negro, igual al que testigos señalaron como el del conductor de la moto que atacó a ambos albañiles. También había en la casa allanada una caja de pistola Bersa calibre 9 milímetros, pero no el arma.

La pistola Bersa 9 milímetros puede disparar hasta 17 proyectiles. En ocasiones tiene capacidad para una decimoctava munición si es que a todo el cargador completo se le suma la que hay en la recámara. Sin embargo suele ser habitual que sean 17, la misma cantidad que se dispararon contra el Citroën C4 en el barrio San Eduardo. De esas balas, cuatro impactaron en Contreras y en Vergara, dos en cada uno, y les causaron la muerte casi instantánea.

La escena del crimen a la que asistieron en la tarde del lunes los investigadores marplatenses, tanto de la DDI como de la comisaría 13, fue la de un ajusticiamiento con una víctima elegida y la otra no deseada, como si el margen de error de la venganza no tuviera ninguna importancia.

Esta tarde la principal línea de investigación manejada por el fiscal Leandro Arévalo, a partir del relevamiento policial de la comisaría decimotercera, tuvo sus frutos con la detención del sospechado de ser el autor de los disparos y se estableció que el móvil de tan violento ataque fue una disputa por cuestiones de vecindad.

El preliminar informe de los peritos, basado en el levantamiento de rastros y en especial del análisis de la sucesión de disparos, permite reconstruir que al auto conducido por Contreras lo empezaron a balear algunos metros antes del lugar en el que terminó incrustado contra los arbustos de una casa. El reguero de vainas confirma que tras la primera tanda de disparos sobrevino una desesperada huida de Contreras en la que el tirador continuó accionando el arma.

Contreras sufrió dos heridas mortales, una en la cabeza y otra en el cuello, lo que provocó que ese escape fuera apenas un reflejo de acelerar y no mucho más. Vergara, en tanto, recibió los impactos de bala en el tórax. También fueron dos. A Vergara el retardo de la letalidad de las lesiones le dio una sobrevida apenas más larga: pudo bajarse del auto y correr algunos metros.

En el primer punto de disparo, a mitad de cuadra de calle 841 entre calle 0 y 2 del barrio San Eduardo, había 9 vainas servidas de calibre 9 milímetros. La ausencia de testigos y cámaras de seguridad impiden una reconstrucción basada en certezas y da lugar a la conjetura, a la lógica criminal y forense. Lo que destaca es que los dos albañiles Contreras y Vergara se habían dirigido a un almacén a comprar pan lactal y fiambre, en la vieja costumbre del trabajador en obra de “cortar al mediodía”. Se supone por estas horas que el conductor de la motocicleta sería Serra y que allí inició una discusión con Contreras de la cual derivó el brutal ataque.

Los primeros 9 disparos fueron realizados desde una misma posición a juzgar por el agrupamiento de vainas servidas. Contreras –en la hipótesis más precisa- aceleró sin control y terminó chocando después del cruce con la calle 2 con los arbustos de un terreno. En ese trayecto el asesino siguió accionando el arma para completar las 17 vainas eyectadas. A la espera del reporte balístico definitivo  se estima que cuatro proyectiles impactaron en las víctimas y hubo otros cinco accidentes balísticos reconocibles en el automóvil.

Lo que surge de todo esto es la desproporcionada violencia de atacante: vació todo su cargador en dos instancias. Una secuencia de unos pocos segundos, pero suficientes para ser dos instancias diferentes. Con el auto en un punto y con el auto circulando. Esto presupone un encono prexistente y, pese a que son tiempos en los que la violencia urbana raya con lo demencial, en este caso se investiga algún conflicto previo de Contreras.

El otro detalle que resta confirmar es si en la motocicleta iba más de una persona. Esta incertidumbre se llegó porque, si bien algunos testimonios reforzaron la idea de un único atacante, disparar desde una moto en movimiento requiere de una alta destreza. Por no decir que es imposible, manejar una moto (se necesita la mano derecha ocupada por el acelerador) y disparar es casi imposible, a menos que quien accione el arma sea zurdo.

Respecto al móvil de la agresión, se menciona una discusión el último sábado de Contreras en una parada de colectivo del barrio San Eduardo. Solo eso como antecedente inmediato de cierta conflictividad y en el cual poder encontrar algún tipo de explicación a tamaño desenlace.

El hallazgo de la caja de una pistola calibre 9 milímetros por parte de efectivos del Destacamento El Marquesado y el grupo GRI (Grupo de Respuesta Inmediata), es un indicio importante, ya que fue con ese tipo de arma y con esa marca (Bersa) con la que se supone que se realizaron los disparos por la cantidad de vainas recogidas.