Un joven de 25 años fue baleado este domingo a la madrugada en otro presunto caso de violencia vinculada a enfrentamientos personales, venganzas o ajuste de cuentas en Mar del Plata. Se trata del cuarto caso en una semana y vale destacar que dos de ellos fueron crímenes.

En esta oportunidad, la víctima fue atacada por la espalda en plena calle, dentro de la jurisdicción de la comisaría sexta. Con el objetivo de resguardar la investigación, el personal policial no reveló el domicilio donde se produjo el hecho, aunque confirmó que el herido está fuera de peligro, internado en el Hospital Interzonal General de Agudos (HIGA).

De acuerdo a la reconstrucción del caso, el joven fue baleado por un hombre al que conocería o con quien tendría un vínculo, pero los motivos de la agresión tampoco trascendieron. El episodio fue presenciado por un testigo, al que los uniformados ya contactaron y quien deberá aportar los datos de rigor para identificar al atacante.

Según informaron fuentes extraoficiales en diálogo con LA CAPITAL, el herido fue trasladado al HIGA, donde los médicos constataron que presentaba una lesión y debía ser operado. A pesar de la gravedad del caso, desde el nosocomio señalaron que una vez finalizada la intervención quirúrgica el paciente quedó fuera de peligro, aunque permanece internado para una observación correcta de la evolución de su estado de salud.

El caso recayó en la fiscalía de Juan Pablo Lódola, quien tuvo a su cargo los otros tres hechos de violencia extrema vinculada a personas conocidas entre sí, mencionados anteriormente. El primero fue el homicidio de Aaron Aquiles Andrada, ocurrido en una plaza de El Boquerón el lunes a la madrugada, y el principal sospechoso es un conocido del barrio de la propia víctima -que también tenía antecedentes por homicidio-, sobre quien ya pesa una orden de captura.

El segundo ocurrió el martes, cuando una familia entera fue atacada en el marco de una pelea vecinal en el barrio Las Canteras. Allí, golpearon a un hombre y apuñalaron a su mujer y a sus tres hijos. Si bien todos los heridos sobrevivieron, el hecho llamó la atención por sus inusitadas características de violencia.

El tercero, en tanto, se produjo el jueves por la noche en el barrio San Jacinto, donde Calixto Medeiro (50) fue asesinado de varios tiros. Ese caso también es investigado como un presunto ajuste de cuentas o venganza.