El ex vicepresidente de la Nación, Amado Boudou, evitó hoy cruzar miradas o saludos con otro de los acusados, Alejandro Vandenbroele, quien para la Justicia fue su testaferro en la maniobra para apropiarse de la ex Ciccone Calcográfica, en la primera jornada del juicio oral en su contra.

Boudou sí saludó a su amigo y socio José María Núñez Carmona- a quien llamaba “Nariga”- y se sentaron juntos, abogados de por medio, en la primera fila de la sala de audiencias del TOF 4.

Una fila más atrás se ubicó quien fue el titular del fondo de inversión The Old Fund, usado para la maniobra, Vandenbroele, junto a su nueva defensora oficial, Paola Bigliani, tras la renuncia ayer de su abogada particular.

Vandenbroele llegó unos minutos tarde a la sala de audiencias y cuando el titular del Tribunal, Pablo Bertuzzi, preguntó por él todos se dieron vuelta a mirar su entrada, salvo Boudou, quien ignoró el episodio y siguió con la vista clavada en el frente de la sala.

También se juzga a Rafael Resnik Brenner, un funcionario de la AFIP que, según aclaró el organismo en un comunicado, sigue cobrando su salario y no pudo ser suspendido preventivamente porque tiene fueros gremiales e inició una causa judicial.

Resnick, informó la AFIP, tiene “tutela sindical como vocal titular de la Unión del Personal Superior de la Administración Federal de Ingresos Públicos, entidad sindical simplemente inscripta”.

Por ello se inició un juicio de desafuero sindical ante el juzgado nacional de primera instancia del Trabajo N°79, en donde hoy se insistió con el dictado de una medida cautelar.

Resnick, sigue percibiendo su salario y está con “licencia gremial con goce de haberes”, prevista en el convenio colectivo de trabajo.

Al fondo de la sala se sentó Nicolás Ciccone, el dueño de la imprenta cuya quiebra se levantó en un proceso cuestionado para ser vendida a The Old Fund.

Al finalizar la audiencia, Boudou se dirigió al sexto piso de los tribunales para notificarse de la composición del Tribunal Oral en otro juicio que deberá afrontar por la compra irregular de 19 automóviles de lujo para el Ministerio de Economía.

La presencia del ex Vicepresidente en los pasillos de Comodoro PY coincidió con la de su ex compañero de gabinete en el kirchnerismo, el ex ministro de Planificación Julio De Vido, quien tuvo que asistir a una declaración indagatoria en una investigación por la compra de gas licuado dos pisos más abajo, en el cuarto, sede del juzgado de Claudio Bonadio.