Eran dos hombres: uno rubio y el otro morocho. Durante ocho de las últimas diez noches durmieron sobre un colchón en la Plaza Güemes: sólo en dos de ellas accedieron a resguardarse tras la intervención de Defensa Civil. A pesar de los esfuerzos del personal municipal, decidieron volver al predio de Roca y Buenos Aires durante la madrugada más fría del año y alguno de los dos murió carbonizado.

Es todo lo que sabe del caso hasta el momento la policía, luego de averiguar distintos datos con los vecinos de lugar. Después de casi doce horas de ocurrido el hecho, efectivos de la comisaría segunda procuran dar con el sobreviviente del hecho, sin saber aún su identidad, ni si se trata del rubio o del morocho.

Es que, por cruel que parezca, no hay otra forma de identificar rápidamente a ninguno de los dos. Los habitantes de la zona contaron a los uniformados, y también a LA CAPITAL, que hacía muy poco tiempo que ambas personas habían comenzado a pernoctar en la plaza. “Eran tranquilos, sólo gritaron en algunas noches, mientras tomaban alcohol y fumaban cigarrillos. Pero en general, no ocasionaron ningún disturbio”, señaló a este medio una mujer que reside en un departamento del primer piso de un edifico lindero al lugar donde se produjo el hallazgo.

Y agregó: “Mi ventana da justo al lugar donde paraban y dormían, sobre un colchón. Eran dos muchachos jóvenes y yo llamé a todos los teléfonos que hay de la Municipalidad y la policía para que los ayudaran. Vinieron varias veces, les pidieron documentos y una vez Defensa Civil logró que fueran a un centro de asistencia, creo, pero después volvieron”.

La vecina de la Plaza Güemes lamentó la muerte de uno de los hombres y aclaró que “salvo en la noche del sábado, cuando se emborracharon y querían subir a una palmera” no ocasionaron disturbio alguno. “Anoche yo estaba lavando los platos y me saludaban, se reían, pero más tarde escuché gritos y me enteré que uno había fallecido carbonizado”, añadió la mujer.

Es todo. No hay más datos que puedan aportar los habitantes de la zona. Por eso, la policía procura dar con el acompañante de la víctima, aunque sin conocer la identidad de ninguno de los dos. “Ni siquiera sabemos si el que murió es el rubio o el morocho, porque el cadáver estaba totalmente quemado”, confió una fuente de la fuerza, extraoficialmente.

En el sitio todavía hay restos de cajas de vino y cigarrillos.

En ese sentido, los pesquisas también analizan las cámaras de seguridad de la zona, con el objetivo de reconstruir el caso, en el que interviene el fiscal Leandro Arévalo. De todas maneras, los investigadores ya saben que las únicas que pueden suministrar imágenes que sirvan al desarrollo de la causa son unas que el Centro de Observación y Monitoreo (COM) tiene ubicadas en la esquina de Roca y Buenos Aires, más cerca del lugar del hecho que las emplazadas en Tucumán y Roca, donde hay privadas pertenecientes a comercios pero que llegaron a grabar nada debido a la lejanía del sitio en el que se produjo el hecho.

Por ese motivo, dar con el acompañante del fallecido es clave, para conocer su versión de lo ocurrido. Si bien no se descarta ninguna hipótesis hasta tanto se conozca el resultado de la autopsia al cuerpo de la víctima, a priori la policía cree que se trató de un accidente.

“Hay que esperar la autopsia por si la persona fue herida y se determina que podría haber sido atacada. Pero en un principio se sospecha que fue un caso accidental, en el que estaban tomando alcohol y fumando, y se les prendió fuego el colchón donde dormían”, mencionó una de las fuentes consultadas. También explicó el mismo informante que no se descarta que las personas hayan intentado calefaccionarse de alguna forma precaria para pasar una de las noches más frías del año.

En esa línea, los pesquisas presumen que el sobreviviente se asustó y se dio a la fuga del lugar, por lo que ahora es intensamente buscado. Para desarrollar el expediente, la policía también se comunicó con empleados municipales que puedan aportar datos sobre los dos hombres en situación de calle, aunque aún no recibió ningún tipo de información relevante.

La palmera y el edificio lindante al lugar donde el hombre murió carbonizado.