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Deportes 8 de julio de 2019

Campodónico volvió a la ciudad para enseñar los secretos del arco

Ya retirado del fútbol, el arquero que dejó huella en Aldosivi volvió a Mar del Plata para nutrir de sus conocimientos a todos aquellos que eligieron un puesto tan singular.

Pablo Campodónico.

Pablo Campodónico dejó huella en Mar del Plata. Por lo que hizo dentro de un campo de juego y también afuera. La mayoría lo recuerda como figura en sus diez años defendiendo el arco de Aldosivi (de 2007 a 2017). Y algunos saben de su predisposición para dar siempre una mano más allá del fútbol. Con tanto compromiso como perfil bajo.
Tras terminar su ciclo en el club portuense Pablo volvió a Buenos Aires para cerrar su carrera allí. Y tras dos años regresó a la ciudad que eligió para vivir, donde lo esperaban su mujer y su hija.

“Siempre dije que cuando terminara mi carrera me iba a venir a vivir acá, así que estoy cumpliendo con eso”, sentenció Pablo en diálogo con LA CAPITAL en el predio de Aldosivi.

Y enterados de su presencia en la ciudad los llamados no tardaron en llegar. Hoy Pablo Campodónico transmite su experiencia a las arqueras del fútbol femenino de Aldosivi y a los guardavallas de Deportivo Norte. Pero también ofrece una enseñanza personalizada para todos aquellos arqueros de la ciudad, y de distintas edades, que quieran ampliar sus conocimientos sobre un puesto tan singular y con tantos secretos.

– ¿Cómo llevás el retiro después de tantos años atajando en el profesionalismo?
– Al principio sentí alivio pero pasaron los días y la verdad es que extraño. Pero estoy contento porque creo que la estiré demasiado. Llegué a una alta edad atajando y me parece que di el paso necesario.

– ¿Y qué proyectás para tu futuro?
– Siempre me interesó tener centros de entrenamientos de arqueros, que es donde más capacitado me siento…

– ¿No te ves como entrenador o ayudante de campo?
– No. Por el momento no me interesa. Quiero entrenar arqueros, ya sea en un club o como estoy haciendo ahora en un trabajo personalizado con algunos chicos.

– ¿Cómo es eso del trabajo personalizado que ya estás haciendo?
– Es sin límites de edad. Trato de juntar a los chicos por edades pero es libre en cuanto a categorías. Y vamos viendo horarios según la disponibilidad de cada uno. Me contactan por Instagram (@pablocampodonic) y ahí coordinamos.

 

– Y además estás trabajando con las arqueras de Aldosivi…
– Me llamó Marcelo (Rodríguez), el entrenador, para ver si les podía dar una mano. Así que trato de transmitir un poco de la experiencia que uno tiene.

– ¿Y cómo ves el fútbol femenino de Aldosivi?
– Yo les digo todos los días a las chicas que ellas tienen muchas ganas de aprender. Y eso no pasa tanto con los varones. Tuve la suerte además de estar un año trabajando en la UAI Urquiza, en donde el fútbol femenino es muy fuerte. Es espectacular como está creciendo.

– Imagino que el hincha de Aldosivi te sigue brindando su cariño más allá de haber dejado de jugar hace un par de año en el club…
– Es igual que cuando era jugador. Es algo que siempre destaqué y por suerte me sigue pasando. Eso hace también que uno se sienta mucho más cómodo en la ciudad.

– ¿Con Gustavo Alvarez, actual entrenador del club, llegaste a compartir plantel en Temperley?
– Con Gustavo llegué a ser compañero en Temperley. Cuando tenía 17 años me subieron a la primera y él ya era un jugador experimentado. Tuve la oportunidad de entrenar con él un tiempo. La verdad que hizo un trabajo increíble en Temperley y hay muchos chicos allá que lo idolatran por eso.

– ¿Y cómo evaluás el trabajo que hizo en Aldosivi?
– Es muy bueno lo que hizo acá. A veces cuando un técnico no tiene experiencia se lo evalúa antes de tiempo pero creo que con resultados demostró que estaba capacitado para el puesto. El está logrando plantear con profesionales lo que hacía con juveniles y eso no es fácil.