Luis Itzcovich, el único detenido por el crimen de Leandro “Lele” Gatti, reconoció haber sido reclutado el mismo fin de semana por dos hombres para perpetrar el robo de la recaudación del boliche Mr Jones y por razones de seguridad se negó a aportar sus identidades.

En su extensa declaración ante la fiscal Andrea Gómez, y con el apoyo legal de la defensoría oficial, Itzcovich admitió también ser el chofer de la motocicleta Benelli en la que llegaron con su cómplice a Playa Grande. “Me aseguraron que se trataba de un robo fácil, de un arrebato y jamás supe que mi compañero tenía un arma encima hasta que escuché el disparo”, dijo, tal vez con otras palabras pero en ese sentido.

Itzcovich planteó que no tenía trabajo y que aceptó ir a hacer ese hecho pese a no poseer antecedentes delictivos. “Fue una boludez aceptar pero lo hice porque me dijeron que estaba el dato que salían dos personas con mochilas, una gris y una de cuero marrón, y que lo peor que podía pasar era arrastrar a alguien”, agregó.

De acuerdo al relato también indicó que a Gatti lo debió haber confundido su compañero con esa persona que le habían dicho que llevaba la recaudación.

Esta declaración abre entonces la línea sobre si el intento de robo se cometió a partir de que alguien del entorno del propio Mr Jones pudo haber sido el entregador.

Por otra parte, el detenido no dio nombres de las otras dos personas que participaron del hecho y se negó a hacerlo por cuestiones de seguridad.

Respecto al momento del disparo, Itzcovich habría relatado, de forma exculpatoria, que él intento separar a su compañero durante el forcejeo y que estaba tan nervioso que no podía ni siquiera encender la moto, luego de que esta se cayera.

Tras escapar y dejar a su compañero en las proximidades para que abordara el Renault Clio, Itzcovich dijo haber ido a la casa de su madre, mantener una discusión al reencontrarse con sus cómplices y luego llevarse la mochila con las pertenencias de Gatti. “Prendí todo fuego”, dijo.

Finalmente el detenido narró que tras enterarse de que Gatti había muerto entró en desesperación y que cuando supo que habían allanado la casa de su madre y el comedor infantil que coordina ella, habló con su actual pareja y decidió entregarse.

Vale recordar que la justicia de garantías libró en la tarde del miércoles una orden de detención contra Eduardo Maximiliano Urra Zapata, por considerar que es uno de los otros dos hombres involucrados en el hecho.