Uno de los condenados por el secuestro y desaparición de Nicolás Saurel solicitó a la Justicia el beneficio de las salidas asistidas y la familia de la víctima adelantó que apelará a la medida y reclamó que el condenado revele dónde escondió los restos del joven para que “la madre cierre esa historia”.

Se trata de Darío Repetto, quien junto a German Caldas habían sido condenado en noviembre de 2016 por el Tribunal Oral Nº 4 -Gustavo Fissore, Alfredo De Leonardis y Jorge Peralta- a la pena de 15 años de prisión por los delitos de “secuestro coactivo agravado de muerte preterintencional”. Su defensa había planteado desde un primer momento que no habían pruebas para culparlo y en todo momento abogaron por su absolución.

En cuanto a Caldas, en 2021 el juez Juan Galarreta le concedió las salidas transitorias y sale dos veces por mes de la Unidad Penal 15 de Batán, quien había podido pedir de manera anticipada ese beneficio ya que, detenido en Batán, participó del programa “estímulo educativo”, lo que le permitió acortar en 15 meses el plazo para solicitar ese tipo de morigeración en su condena.

Este martes el juez de ejecución penal Galarreta deberá resolver la situación del otro condenado, la de Repetto. Por su parte, la familia de Saurel está en contra de que pueda recibir cualquier tipo de morigeración en su condena y piden para que confiese dónde fue que ocultaron el cuerpo de la víctima.

“Ni siquiera dicen dónde está el cuerpo. Es un caso macabro. Repetto se negó a una pericia psiquiátrica, nunca le interesó estudiar o hacer un tratamiento. La Justicia se debería asegurar que estén en mejores condiciones para largarlos a la sociedad, en estos 10 años el desprecio a la vida creció, la inseguridad creció, estos dos monstruos van a salir a hacer desastres”, dijo a LA CAPITAL Ayelén Martínez, quien era la pareja de Saurel.

“Le pedimos a Galarreta que apele al factor discrecionalidad que tienen los jueces. Él sabe de memoria la ley de ejecución penal, pero tiene que contemplar que en estos diez años la sociedad se degeneró, estas personas no están en condiciones de reinsertarse en la sociedad sin un exhaustivo tratamiento psicológico”, dijo Martínez y agregó: “Una persona que no se arrepintió de semejante hecho y que guarda en su conciencia un secreto tan macabro no está en condiciones de estar en la sociedad”.

El caso

Nicolás Saurel fue secuestrado y desaparecido el 3 de febrero de 2014. La pareja de Saurel, Ayelén Martínez, acudió ese mismo día a la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) de Mar del Plata y acusó a Germán Caldas (27), quien era amigo del joven y hasta lo había empleado en su empresa de albañilería y obras en construcción.

Según denunció Martínez, Caldas la había llamado por teléfono horas antes pidiéndole que devolviera dinero que había quedado en poder de Saurel. En el juicio quedó demostrado que Saurel había tomado dinero del local de ropa de la exnovia de Caldas, donde ambos realizaban por esos días una refacción. La imagen del robo quedó registrada en un video de una cámara de seguridad del comercio.

Según reconstruyó el fiscal Juan Pablo Lódola, el móvil del secuestro habría sido justamente la devolución del dinero que le pertenecía a la comerciante, con quien Caldas mantenía además una relación de amistad. De acuerdo a lo que figura en la causa judicial, el imputado se enfureció al descubrir el robo y, con ayuda de Repetto, secuestró a Saurel para que devolviera el dinero.

Sin embargo, del joven oriundo de Las Flores no hubo más rastros, y comenzó a sospecharse que había sido asesinado, hipótesis que el fiscal Lódola demostró durante el juicio.