Cierre del Aquarium: animales e investigaciones que quedan atrás

El 31 de marzo, Aquarium Mar del Plata efectuó el anuncio de su cierre definitivo. Si bien el oceanario es mayormente conocido por la mantención de especies marinas en cautivero con fines de espectáculo, dentro de sus inmediaciones también funcionaban actividades relacionadas con la investigación, la docencia y la rehabilitación de animales de todo tipo.
Con su cierre, se termina la exhibición de animales con fines de entretenimiento, pero también cesan los estudios e investigaciones que se realizaban en clave de conservación de las especies y de generación de conocimiento. Asimismo, el cierre del espacio significa el fin del trabajo dedicado a la reinserción y readaptación de animales en sus medios naturales, como ocurrió en el reconocido caso de Jorge, el tortugo marino que fue liberado recientemente.
Durante el tiempo en que estuvo vigente el convenio con el Aquarium, la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales (FCEyN) de la Universidad Nacional de Mar del Plata (UNMDP) realizó diversos trabajos académicos, de investigación, ciencia y de manejo y rehabilitación de especies. En ese marco y por tratarse de un espacio con características únicas por su infraestructura y el personal especializado, se llevaron a cabo en total siete publicaciones científicas, tres proyectos de investigación, salidas de campo para materias de grado y posgrado, además de tesis de grado y de maestría internacional.
Uno de los espacios que más destacan los investigadores es el Centro de Rehabilitación de Fauna Marina (CRFM) que funcionó dentro del Aquarium. En total, 4160 pingüinos, 345 pinnípedos, 23 tortugas marinas y 1043 aves marinas y costeras fueron rehabilitados en este hospital de animales, dentro de los cuales se encuentra Jorge, el cuál fue inserto en su entorno natural recientemente, luego de un largo período en cautiverio y de varios años de rehabilitación en el CRFM.
La voz de los investigadores: lo que se pierde sin el oceanario
Desde Portal Universidad dialogamos con tres investigadores para conocer en profundidad los impactos que tiene el cierre del Aquarium en la generación de conocimiento y como puede afectar a la población en su conjunto de General Pueyrredón.

Los investigadores Mariela Dassis, Carolina De León y Ezequiel Mabragaña.
Ezequiel Mabragaña es doctor en Ciencias Biológicas e integrante del Laboratorio de Biotaxonomía Morfológica y Molecular de Peces (BIMOPE). En el grupo de investigación de mamíferos marinos, se encuentran Mariela Dassis, bióloga, y Carolina de León, bióloga y becaria posdoctoral. Todos ellos forman parte de dos grupos de investigación de la FCEyN-UNMDP, el Instituto de Investigaciones Marinas y Costeras (IIMyC) y el CONICET.
Por su parte, Mabragaña expresó qué la labor que se realizaba en los espacios del oceanario es fundamental por las características que la infraestructura tenía- imposible de lograr en otro lugar- pero también por lo capacitado de su personal, lo que permitió trabajar con especies vivas, a diferencia de otros estudios realizados en entornos controlados: ‘’En nuestro caso particular trabajamos con con peces cartilaginosos, específicamente con rayas, en donde hemos llevado a cabo muchas investigaciones que terminaron siendo tesis doctorales’’, explicó.
El biólogo especializado en peces se refirió a la importancia de analizar e investigar en materia científica con animales vivos: ‘’Este cierre va a generar seguramente muchas pérdidas, salvo que se encuentre la manera de que un sitio pueda ser mantenido de alguna manera para llevar a cabo investigaciones’’. Puntualmente con el trabajo de rayas, indicó que las tareas estaban vinculado a la fisiología reproductiva y al desarrollo de los procesos embrionarios, estudios clave para conocer el manejo de las especies y de su conservación.
Desde la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales advirtieron también acerca del impacto que el cierre tiene sobre la producción académica. “Hay muchos grupos de investigación que trabajan de forma directa con esta institución. Se pierden proyectos, posibilidades de cerrar tesis de grado y doctorado, y con eso también se frena la formación de profesionales”, explicaron.
La reinserción de Jorge en su medio natural

Jorge, la tortuga marina de la especie Caretta caretta recientemente liberada en el mar tras un largo proceso de readaptación en el Centro de Rehabilitación de Fauna Marina del Aquarium
Tanto Dassis como De León se dedican al estudio de los mamíferos marinos. La bióloga Mariela Dassis, describió el proceso en el que se desarrolló la rehabilitación en el caso de Jorge, una tortuga marina de la especie Caretta caretta quién al día de hoy tiene más de 1000 km recorridos desde su liberación. En agosto de 2021 comenzó un procedimiento de adaptación salina progresiva a fin de ambientarlo para su retorno al mar. Posteriormente, desde el CRMF iniciaron el reacondicionamiento para su reinserción al medio natural, a través de actividades de enriquecimiento ambiental dónde el tortugo pudo ejercitarse, convivir con otras especies vivas y competir por recursos para su subsistencia, asimismo como la búsqueda de alimentos vivos.
En este sentido, Dassis manifestó el estado de alerta que implica el Centro de Rehabilitación de Fauna Marina del Aquarium (CRMF) que en el caso del tortugo, coincidió la finalización de su rehabilitación con el cierre del Aquarium: “Quizás lo que no se ve es la cantidad de dinero, de recurso, de esfuerzo, de tiempo, de gente que hay ahí atrás. Sumado a la realidad difícil del sistema científico, perder un lugar como el Aquarium, que fue el que solventó ese caso visible y todos los Jorge que no salen en la tele, es una pérdida muy grande”.Ese trabajo no solo implicó la adaptación del animal a un medio lo más parecido posible al natural, sino que también sirvió para la formación académica. Una estudiante de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales realizó allí su práctica profesional, dirigida por la doctora Gisella Giardino.
Dassis describió también la forma en la que se realiza actualmente el seguimiento del tortugo en tiempo real, a través de un dispositivo satelital que mide la distancia recorrida y su ubicación, el cuál fue colocado en la caparazón de la tortuga. “Un telémetro es un instrumento muy costoso, que cuesta alrededor de 1800 dólares, y también lo es el servicio satelital, que fue convenido con Mendoza. Lleva muchísimas horas por día programarlo y realizar el seguimiento constante. Pero todo valió la pena, hasta ahora es un éxito: le está yendo muy bien a Jorge y está en camino a su lugar de origen” concluyó.

Telémetro colocado en la caparazón de la tortuga marina.
Respecto de los animales que estaban en proceso de rehabilitación, se estima que aquellos con posibilidades de reinsertarse en su hábitat natural continuarán con sus tratamientos. El futuro es incierto para los que nacieron en cautiverio o ingresaron con patologías que impiden su vida en libertad, los cuales seguramente sean trasladados a otros zoológicos o espacios similares.
Los investigadores instan a la consideración de otro espacio para seguir adelante con las investigaciones y las rehabilitaciones de los animales: “Nosotros creemos que tiene que haber otro lugar. La infraestructura, todos los edificios y la parte del centro de rehabilitación —que es un porcentaje muy mínimo de todo el terreno que implica Mar del Plata— quizás se pueda conservar. Las piletas, los quirófanos, las jaulas, todo lo necesario para la rehabilitación está ahí. De conservar ese lugar, podría seguir haciéndose un montón de investigaciones”
Finalmente, para Carolina De León, becaria post doctoral y bióloga, es una problemática que también se enfrentará a futuro:
“Si General Pueyrredon pierde el lugar para responder ante el llamado de la comunidad , porque la realidad es que muchas veces el turista sale a recorrer las playas y se encuentra animales que necesitan asistencia, y lo primero que hace es recurrir a Defensa Civil, ¿qué va a pasar con la respuesta ante todos esos llamados que antes se derivaban al Mar del Plata Aquarium?”
A esto se suma otra pérdida, más silenciosa: la imposibilidad de acceder a información valiosa para la ciencia. “Va a ser muy difícil continuar un montón de líneas de investigación que estaban planteadas en el marco de un centro de rehabilitación. Esos estudios permitieron formar profesionales que han salido de nuestra facultad, y por otro lado, mejoraron muchísimo la atención veterinaria de esas especies, que de otra manera no podría hacerse. También los residentes que estudian ciencias veterinarias en Tandil acreditaban ahí sus prácticas profesionales”.
La advertencia es clara: con el cierre del Aquarium, la costa bonaerense pierde uno de sus dos únicos centros de rehabilitación de fauna marina. El otro, ubicado en Mundo Marino en la localidad de San Clemente del Tuyú, según indican desde la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de UNMDP no alcanzaría para cubrir la demanda de toda la región.

Lo más visto hoy
- 1La insólita historia del hallazgo del campo de marihuana cerca de una granja de rehabilitación « Diario La Capital de Mar del Plata
- 2Cómo estará el clima este jueves en Mar del Plata « Diario La Capital de Mar del Plata
- 3El Eternauta, orgullo nacional; joyas mecánicas en el futuro pueblo, y roscas políticas entre copas y focos tenues « Diario La Capital de Mar del Plata
- 4Ocho heridos en distintos accidentes « Diario La Capital de Mar del Plata
- 5Pidieron la detención de Claudio Caniggia por abuso sexual de Mariana Nannis « Diario La Capital de Mar del Plata