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La Ciudad 12 de diciembre de 2018

Cifras engañosas que avivan el conflicto entre el Ejecutivo y los municipales

El Ejecutivo anunció que con su propuesta los municipales recibirían una suba del 65%. El gremio reaccionó con pintadas. El STM advierte que la oferta rechazada implicaba cerrar 2018 con un aumento salarial menor a la inflación.

A los dirigentes del Sindicato de Trabajadores Municipales, la exposición de los porcentajes que suelen describir las alternativas de las negociaciones salariales nunca los toma desprevenidos.

Bastó con que transcurrieran algunos minutos para que varios de ellos llegaran a la conclusión de que si el gremio aceptaba el 12% de aumento ofrecido este lunes por el Departamento Ejecutivo, aplicado sobre las remuneraciones del mes de marzo, los trabajadores cerrarían el año con un incremento salarial significativamente menor a la suba de precios que se registrará al concluir 2018.

Por ese motivo, en el marco de una brevísima audiencia realizada en el Ministerio de Trabajo, el STM decidió rechazar la oferta, y vencido el plazo de la conciliación obligatoria, decretó una retención de tareas por tiempo indeterminado y anunció una movilización para este miércoles.

El gremio no se dejó llevar ni por un instante por la singular manera con la que la gestión del intendente Carlos Arroyo intentó promocionar la supuestas virtudes de su propuesta.

Fiel a un estilo que se afianzó con la llegada del secretario de Economía y Hacienda, Hernán Mourelle, la Municipalidad utilizó una vez más las redes sociales oficiales para difundir cuál sería el supuesto efecto de su oferta.

Y resaltó que en el caso de que la propuesta fuera aceptada, los trabajadores terminarían beneficiándose con un incremento de haberes del 65%.

Lejos de cosechar adhesiones, la publicación inspiró la reacción de los usuarios de las redes sociales, muchos de ellos empleados municipales, que no desaprovecharon la oportunidad de criticar y de burlarse de los extravagantes cálculos difundidos por la comuna.

Los cuestionamientos contra la costumbre del Ejecutivo de embarullar los números se completaron en la madrugada de este martes, con la aparición de pintadas atribuidas al gremio, calificando al intedente Arroyo de “mentiroso”.

En una afligida carta, este martes el intendente respondió a esa pintadas afirmando: “el único camino que transito es el camino de la verdad”.

La cifra del 65% surgió de la pretensión del Ejecutivo de sumarle al aumento de este año un acuerdo para que ya quede definida cuál será la evolución de los salarios municipales durante 2019.

En ese aspecto, mediante la propuesta presentada el lunes, se planteó aplicar un primer incremento del 20% en abril y otro del 15% en agosto para reabrir la discusión paritaria, recién, en el mes de noviembre.

No se sabe si la gestión de Arroyo lo habrá considerado, pero es probable que para esa fecha, el intendente ya esté protagonizando la última negociación salarial de su mandato.

Para el gremio, cerrar el año con un acuerdo por una cifra tan alejada del índice de precios y definir desde ahora cuál será la evolución de los salarios durante casi todo 2019 resulta “inaceptable”.

Más aún si los porcentajes ofrecidos se calculan sobre los haberes vigentes en marzo de 2018, una fecha que tanto en abril, como en agosto y noviembre de 2019 resultará más que remota.

Actualizado por la inflación, el haber básico de un agente municipal que en enero pasado era de $14.912 ya debería estar situado en los $19.967. Pero la cifra aún permanece desde abril en $17.596.

La propuesta “supersuperadora” que fue presentada este lunes por el intendente Carlos Arroyo consistió en elevar aquél monto a un nuevo valor de $19.585 inamovible hasta abril.

Eso, sin tener en cuenta cuál será la inflación que el INDEC reporte para el mes de noviembre.

Por eso el artificio del Ejecutivo para convencer a la opinión pública de que los municipales recibirían un 65% de aumento no hizo más que agregarle leña al fuego.

Hasta ahora, la estrategia de la gestión de Arroyo de respaldar sus decisiones manipulando cifras no le dio en ningún caso ningún resultado.

Ya sea para disimular la magnitud del aumento de tasas como para justificar el recorte de las remuneraciones de los docentes municipales, el gobierno se acostumbró a aferrarse a números inexactos e incorrectos, que de tan insólitos, ni siquiera mantienen una apariencia de verdad.

Es que el engaño es, entre otras cosas, una forma de talento.