Desde su restaurante en Mar del Plata, Patricio Negro y Fernanda Sarasa se lanzan a hacer el primer libro de cocina argentina de mar. Un trabajo que refleja una concepción profunda y visceral de la gastronomía.

Los productos locales frescos y la mínima intervención en sus preparaciones parecen ser las máximas de una cocina sutil, compleja y primaria a la vez.

Finalmente, comer no sólo es alimentarse. Para ellos, en todo plato que llega a la mesa hay también un mensaje con impronta personal, que no es otra cosa que una expresión cultural de la época.

Los protagonistas

Patricio (rionegrino él, de Viedma) y Fernanda (marplatense ella) se formaron profesionalmente en Europa. Primero pasaron por la cocina del vasco Martín Berasategui, uno de los mejores chefs del mundo (y con muchas estrellas Michelin) y formador de otros tantos. Luego, sumaron experiencia en Italia con los hermanos Enrico y Roberto Cerea (con tres estrellas Michelin), del restaurante Da Vittorio, de la cadena Relais Chateux.

En 20013, cuando regresaron a Argentina -y se afincaron en Mar del Plata-, aplicaron la concepción, las técnicas y la sofisticación de las mejores cocinas del mundo a los productos de los mares locales en su restaurante Sarasanegro.

Desde Mar del Plata, trabajando con pescados frescos del Atlántico Sur del mejor nivel y atendiendo al extremo las cocciones y sus puntos, se transformaron en los referentes de la comida de mar a nivel nacional.

Más allá de haber logrado creaciones culinarias de gran nivel y sofisticación, han entendido la cocina como un medio para comunicar una filosofía de lo que la nueva gastronomía es, una genuina expresión de la cultura de un lugar y su gente.

Un poco más de la historia de Fernanda Sarasa y Patricio Negro y su Sarasanegro quedó reflejada en Cocina de Mar, el libro editado por Editorial Planeta y que en pocos días estará en las principales librerías de Argentina.

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