En reclamo para que la Justicia “entienda” que las víctimas de abuso sexual hablan cuando pueden y no en “los arbitrarios plazos impuestos por la ley”, se realizará una protesta pacífica el lunes en Tribunales en la que se colgarán dibujos de niños víctimas de violaciones.

La medida es impulsada por María T., la mujer de 35 años que en enero denunció a su padre -un expolicía- por haberla abusado sexualmente cuando tenía entre 3 y 11 años y que la Justicia desestimó por considerar que todos los términos procesales se habían vencido y que la causa estaba prescripta.

“Una no denuncia cuando quiere, sino cuando puede”, reafirma María T. y por ese motivo exige el cumplimiento de la Ley 27.206 sancionada en 2015 y conocida como “De respeto a los tiempos de las víctimas”, que establece que el plazo de prescripción se suspenderá mientras la víctima sea menor de edad y hasta que, habiendo cumplido la mayoría de edad, formule la denuncia.

A modo de reclamo, María T. llevará a cabo una protesta pacífica frente a Tribunales el próximo lunes 31 a las 10:30, en Brown y Tucumán, acompañada por allegados en su lucha colgará dibujos realizados por niños que sufrieron abuso, para visibilizar el dolor y la mirada de las víctimas.

Una causa prescripta

El fiscal Alejandro Pellegrinelli confirmó que la denuncia presentada por María T. está prescripta, ya que, según la ley vigente cuando sucedieron los hechos solo refería a plazos desde la fecha de comisión del delito y no como luego se amplió por la Ley Piazza a la mayoría de edad de la víctima y luego con Ley de Respeto a los tiempos de las víctimas (sancionada en 2015) a la fecha de presentación de la denuncia.

El fiscal explicó que no se descree en ningún momento de los testimonios reflejados en la denuncia, pero desde la Fiscalía “no se puede proceder penalmente porque los hechos prescribieron”.

Fuentes judiciales consultadas al respecto explicaron que se debería revisar el Código Penal y considerar que los delitos de naturaleza sexual, que crecieron en los últimos tiempos, en los que las víctimas se animan a hablar y denunciar a los años, no deberían prescribir. “Pero esa reforma depende del Poder Legislativo”, concluyeron.