El último día hábil del año fue agitado para Carlos Arroyo. Después de la retirada del acto de María Eugenia Vidal en la playa pública equipada frente al Museo MAR, el intendente enfrentó los planteos de los concejales sobre la situación institucional que atraviesa Mar del Plata.

Sucedió en la reunión de la comisión de Labor Parlamentaria, que reúne a los jefes de bloque. Allí Arroyo escuchó consultas y reproches por el desacuerdo con el sindicato municipal, que desde hace más de una quincena mantiene al municipio paralizado, con consecuencias para los vecinos: plazas llenas de basura, caos de tránsito, falta de entrega de carnets de conducir y retrasos en las gestiones de las diversas dependencias.

El jefe comunal estuvo acompañado por el secretario de gobierno, Alejandro Vicente, y el subsecretario de Legal y Técnica, Gustavo Gil de Muro. Por el Concejo dijeron presente Guillermo Arroyo (Agrupación Atlántica), Alejandro Carrancio (Crear), Balut Arenas y Daniel Rodríguez (Unidad Ciudadana); las radicales Vilma Baragiola y Cristina Coria (UCR); Ariel Ciano y Mercedes Morro, del Frente Renovador; Santiago Bonifatti (Sumar), Angélica González (Coalición Cívica), Guillermo Volponi (PRO) y Claudia Rodríguez (Acción Marplatense).

Los concejales manifestaron sus preocupaciones sobre la imagen que Mar del Plata muestra en el inicio de la temporada. “Desde mi punto de vista, el intendente es el responsable por esta situación que se vive. Le pedimos que baje la conflictividad y que se haga cargo”, dijo a LA CAPITAL Ariel Ciano, del Frente Renovador, quien mantuvo un fuerte cruce con Arroyo: el intendente le adjudicó una fuerte carga política en sus intervenciones.

La cita con los jefes de bloque se produjo en un contexto de conflicto con el propio Concejo a raíz de la presentación judicial del Ejecutivo ante la Suprema Corte contra la ordenanza que restableció la bonificación docente. Pero ese no fue un tema dominante.

En el Concejo también hay malestar por la insuficiente partida presupuestaria destinada al pago de los asesores. Un asunto en el que las críticas más duras están dirigidas al secretario de Hacienda, Hernán Mourelle. Además, provocó enojo la decisión del funcionario de presentarse en la audiencia pública por el presupuesto y dejar asentado mediante escribano que no había nadie. Era lógico: no había quien anotara a los vecinos por la medida de fuerza de los municipales.

En la reunión no se esquivó el tema del día: la decisión de Arroyo de irse de la playa antes de que comenzara el acto de inauguración de las playas equipadas. Según contó un concejal, el intendente responsabilizó a la seguridad del acto. Y hubo opositores que aprovecharon para advertir que la interna de Cambiemos perjudica a la ciudad.