“El auto que hizo Alfredo Roberto Mastrángelo para Benedicto Ocampo en 1950 apodado La Bety”. Paula Pavón.
Archive for the ‘Fotos’ Category
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Wednesday, September 29th, 20102485
Wednesday, September 29th, 2010“Banco de mármol en el Paseo General Paz. En él mi tía Juanita Buscema de Brun. Década del XX”.Mariana Bright.
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Tuesday, September 28th, 2010“Mi abuelo José Buscema con su Victoria, carruaje de transporte público (tipo taxi) en Las Heras y Alvarado. Década del XX”. Mariana Bright.
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Tuesday, September 28th, 2010“Mi abuelo José Buscema paseando por la costa en su Victoria, carruaje de transporte público (tipo taxi). Al frente Lila y Tula, no se bien cuál es cuál. Década del XX”. Mariana Bright.
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Tuesday, September 28th, 2010“Mi nombre es Mariana Bright. En esta foto del Carnaval de 1935 está mi mamá Haydée Buscema en la Rambla Francesa”.
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Tuesday, September 28th, 2010El legendario intendente Teodoro Bronzini en la playa junto a sus hijos Tito, Roberto y Alicia el 12 de diciembre de 1934. Foto enviada por Juan José Bronzini.
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Tuesday, September 28th, 2010José Deyacobbi y su familia a la vera de Avenida Luro durante la nevada de 1918. Puede observarse el puente que permitía cruzar el arroyo Las Chacras. El edificio blanco que se observa detrás es el Hotel Royal, de 25 de Mayo y Santiago del Estero. Foto enviada por la familia Deyacobbi.
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Tuesday, September 28th, 2010Si bien esta foto es contemporánea, la adjuntamos para ilustrar el artículo editado junto a la imagen 2478. Aquí vemos uno de los murales pintados entre 1948 y 1950 por César Bustillo en el hall del Hotel Provincial. Como puede observarse, el artista se pintó a sí mismo, jalando de una cuerda para recoger los frutos de la pesca. Fotografía: Ricardo Tamalet- Diario LA CAPITAL.
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Tuesday, September 28th, 2010Una verdadera reliquia enviada por Roque Martínez: el artista plástico César Bustillo, autor de los murales que decoran el hall del Hotel Provincial, posa junto a su obra. Las circunstancias en que fue obtenida la fotografía incrementa su valor: en noviembre de 1962 Bustillo regresó a Mar del Plata para restaurar los murales que estuvieron ocho años tapados con lienzos por imperio de la censura.
El artista era hijo del arquitecto Alejandro Bustillo, responsable del proyecto del actual complejo Casino-Hotel Provincial.
Adjuntamos un artículo publicado en el suplemento especial de Fotos de Familia editado el 26 de setiembre pasado:
El Bustillo menos recordado
Quizás César Bustillo supo que estaba destinado a luchar contra el olvido. Tal vez por eso perpetuó su imagen en uno de los murales que decoran el hall palaciego del Hotel Provincial. Ironías del destino: muchos han olvidado que el artista plástico se pintó a si mismo, vigoroso y desnudo en el centro de uno de los frescos. A la sazón, en el más visible.
La vida de los murales estuvo sesgada por prejuicios y envidias que se enlazan con momentos cruciales de la historia argentina, de modo que es prudente anteponer una duda razonable ante algunas certezas aparentes.
El pintor era hijo del arquitecto Alejandro Bustillo, artífice del complejo Casino-Hotel Provincial, proyecto que se inició a fines de los años 30 y que incluyó el derribo de la vieja Rambla Bristol, emblema de la aristocracia argentina.
Se ha dicho que en 1948, al aproximarse el fin de la construcción del hotel, los 10 mil pesos presupuestados para la decoración del hall “ya no era tanta plata”, motivo por el cual el arquitecto Bustillo le confió la obra a su hijo. Jamás podrá saberse si eso fue cierto o si la descalificación proviene de los recelos de cierto ambiente artístico.
César Bustillo (1917-1969) afrontó críticas dispares cuando su obra quedó expuesta al público desde el 18 de febrero de 1950, fecha inaugural del hotel. En lo artístico, tuvo defensores y detractores de similar enjundia. El pintor calificaba su obra como una “expresión de nuestra cultura euro-americana” y en ella reflejó las improntas de su crianza rural en la localidad bonaerense de Plátanos. Muchos de los personajes que aparecen en los murales –dioses americanos de los vientos y hombres de campo, entre otros- conjugan rasgos mitológicos y nativos. Según los defensores de Bustillo, eso de “acriollar el arte” le valió la repulsa de los atildados críticos de entonces.
Pero la mayor polémica giró sobre los ejes morales de la época o se valió de ellos. Ocurre que todos los personajes estaban desnudos, incluyendo el propio Bustillo, que aparece en recia pose, jalando de una cuerda, en un cuadro de pescadores.
Un artículo editado por el diario El Mundo el 4 de mayo de 1962 trata con sorna las reacciones iniciales del público, al recordar que el autorretrato de Bustillo “llevaba rubor a las mejillas de niñas, señoritas y abuelas. Algunas otras figuras eran también objeto de púdicos descensos de párpados y curiosas miradas de soslayo”.
El artista se vio obligado a realizar una tarea oprobiosa: vestir con taparrabos las figuras de “mayor impudicia”, incluyendo la propia. El detalle es menor si se tiene en cuenta que en 1954 los murales fueron cubiertos con grandes lienzos por imposición oficial. La orden podría haber sido impartida por Raúl Apold, alma mater de la maquinaria propagandista del presidente Perón. Se dice que en los días previos al Festival de Cine de 1954, Apold atravesó el hall del Provincial y “frunció la nariz” al observar los murales. Y que dos días después, grandes lienzos colgados con clavos censuraban la obra.
Esos paños cayeron en setiembre de 1955, al igual que Perón, mientras ardían las destilerías del puerto marplatense. Pero la Revolución Libertadora no fue tal para los murales, que cuatro meses más tarde volvieron a ser cubiertos con los mismos paños del régimen depuesto, esta vez por disposición de Emilio Bonecarrere, interventor de la provincia. Ese día César Bustillo se había alojado en el Hotel Provincial para restaurar los daños producidos por la afrenta anterior, pero tuvo que hacer sus valijas y retornar a Plátanos.
El ya mencionado artículo del diario El Mundo ofrece otro dato valioso: “Año 1956: la euforia de la libertad de expresión buscaba temas, y los frescos de César los proporcionaban. Radio, diarios, televisión, se ocupaban del Hotel Provincial, sus paredes y sus pinturas”. A tal extremo que el gobierno bonaerense convocó a una comisión de notables para que informase “en definitiva” sobre los valores plásticos de la obra y su futuro destino. Dicho tribunal estuvo integrado por Jorge Romero Brest, Ballester Peña, Héctor Basaldúa y Manuel Mugica Láinez, cuyo dictamen, jamás conocido públicamente, se habría extraviado en las frondosidades de la administración platense.
Los lienzos siguieron cubriendo los murales hasta el 29 de abril de 1962 cuando fueron descolgados “de hecho”, sin ceremonia ni anuncios oficiales. Las condiciones políticas y los prejuicios morales habían experimentado cierta distensión que así lo permitieron. César Bustillo fue convocado nuevamente y pudo restaurar su obra. Siete años después murió olvidado en su Plátanos natal, donde una calle y un barrio intentan mantener vivo su nombre.-
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Tuesday, September 28th, 2010“Mi nombre es Roberto Oscar Soria. Aquí les envío una foto en la que estoy en el patio del Solarium en el año 1953 aproximadamente. Yo estuve internado 5 años desde mis 4 años. Cuando me hice adolescente trabajé en los Hospitales Mar del Plata, Regional y lo que es ahora el Materno Infantil. En mi paso por el Regional (hoy HIGA), tuve de compañera a una enfermera que nos cuidaba en el Solarium.Un abrazo y gracias por los recuerdos”.