Policiales

Continúan las investigaciones por los crímenes de dos indigentes

Walter Darío Pérez (31) fue asesinado el 20 de agosto y existe una orden de captura contra Braian Alfonso (21), un joven en situación de calle que estaba con él la Plaza Güemes y que la policía aún no puede encontrar. A Roberto Vargas (54) lo mataron a golpes diez después en Arturo Alió y Alvarado y por el caso tampoco hay detenidos.

Los asesinatos de dos hombres en situación de calle, Walter Darío Pérez (31) ocurrido el 20 de agosto en la Plaza Güemes, y Roberto Vargas (54) el 30 de agosto en Alió y Alvarado, aún no registran detenidos.

El caso de Pérez es investigado por el fiscal Leandro Arévalo, quien tiene individualizado a un sospechoso por quien la Justicia de Garantías autorizó la orden de captura: Braian Alfonso (21).

Alfonso parece hecho haberse invisible para la policía, que en estos 20 días no pudo hallarlo y, sin recursos, se mantiene por fuera del radar de las autoridades.  El joven desapareció  de los lugares a los que solía asistir, como hogares, centros de asistencia y templos religiosos donde iba en busca de comida. Para los investigadres, en este tiempo sobrevive deambulando por la calle, sin parar en un lugar fijo.

Las fuentes del caso cuentan que a primera mañana del jueves 20 de agosto, poco después del asesinato -que había sido en horas de la madrugada-, Alfonso fue a visitar a su hermana de 16 años en el barrio Jorge Newbery y le dijo: “Me mandé una cagada. Maté a uno”. Luego, se fue del lugar y nadie volvió a verlo.

La situación en torno al crimen de Roberto Vargas es diferente y no cuenta con imputados ni detenidos. El fiscal Fernando Castro no tiene sospechosos identificados y, según los resultados de la autopsia, las heridas que sufrió podrían haber sido provocadas por más de una persona.

Fuentes judiciales consultadas por LA CAPITAL informaron que la investigación avanza y se han solicitado el análisis de las imágenes tomadas por una cámara de seguridad ubicada en las inmediaciones del sitio donde se produjo el hallazgo del cuerpo y declaraciones testimoniales a vecinos de la zona que puedan aportar información sobre el hecho.

Los casos

Según la reconstrucción del fiscal Arévalo, Pérez y Alfonso, después de deambular por las calles de la ciudad, ese 19 de agosto habían decidido dormir en la Plaza Güemes, tendidos sobre un colchón viejo. Habían tomado vino y fumado. Según los vecinos, entre ellos se inició una pelea. O al menos en eso concluyeron varios tras escuchar fuertes gritos. Eran alrededor de las 2 de la madrugada. Poco después, arribó al lugar el personal policial de la comisaría segunda -con jurisdicción en la zona- y encontró el cuerpo de Pérez carbonizado.

Lo primero que se sospechó fue que se había tratado de un accidente. Sin embargo, luego de que se llevara a cabo la autopsia al cadáver y la correspondiente identificación -hasta entonces no se sabía quién de los dos era la víctima porque no tenía documentos- se conoció que se trataba de Pérez y que antes de ser quemado había sido golpeado fuertemente en la cabeza.

El cuerpo de Roberto Vargas fue encontrado por unos niños el domingo 30 de agosto por la tarde en una obra en construcción ubicada en Arturo Alió y Alvarado.

Desde un comienzo, los uniformados notaron que presentaba lesiones de distinto tipo: escoriaciones en sus manos y dos golpes en la cabeza. Si bien en un momento se sospechó que Vargas podría haber sido víctima de un accidente, el fiscal Fernando Castro, desde un inicio sospechó que se trataba de un asesinato, como finalmente lo confirmaría el informe de la autopsia.

De acuerdo a los datos que obtuvo este medio, el hombre hallado muerto se hallaba en situación de calle y utilizaba la obra en construcción, donde había sido demolido un antiguo local, para dormir y pasar los días desde una semana antes a su crimen.

 

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