Organizaciones sociales, y familiares y amigos de Brandon Romero (18), quien muriera tras recibir varios impactos de bala efectuados por el policía Arcángel Bogado, cortaron la ruta 226 en su acceso a Mar del Plata al cumplirse el quinto mes del episodio que aún investiga la Justicia local.

Fue precisamente en ese sector de la ciudad en la que se produjo el hecho que para el fiscal Alejandro Pellegrinelli, por el momento, se encuadra en un caso de homicidio. Sin embargo, las circunstancias confusas que rodean lo sucedido en la ruta 226 llevaron al fiscal a orientarse hacia una legítima defensa y por eso es que no ordenó la detención de Bogado.

Según lo que tiene incorporado a la causa la fiscalía, Romero y otro joven identificado como Kevin Farías intentaron robarle la motocicleta al policía, que regresaba a la ciudad en horas de la madrugada. Fue entonces cuando Bogado disparó su arma varias veces, impactando una vez en Farías y al menos otras siete en Romero.

Los familiares de Romero, patrocinados por el abogado César Sivo, hablan de un caso de gatillo fácil, de que su el joven fue ejecutado de un tiro en la nuca y que no participaba de ningún asalto. “Siete tiros es gatillo fácil”, dijo la madre y agregó que “la forma en la que muere mi hijo es repudiable. Dos de los tiros dan en las manos porque Brandon se cubre la cara”.

El fiscal Pellegrinelli aguarda las conclusiones sobre el análisis de su teléfono. Cámaras de seguridad, peritajes balísticos y el relato del propio policía respaldan, según el fiscal, la hipótesis del intento de robo y de la tentativa de asalto.