Mientras el gobierno municipal evalúa medidas para reactivar la actividad turística a partir de septiembre, operadores del sector ya elevaron al Ejecutivo local un protocolo para la prestación de servicios turísticos consistentes en viajes programados a bordo de bus charter.

La iniciativa fue elaborada por la empresa marplatense Zamorano Viajes y ya fue entregada para su consideración al secretario de Desarrollo Productivo, Fernando Muro.

Motivados por la necesidad de readaptar la prestación de este tipo de servicios a las necesidades que impone la pandemia Covid-19 y con el objetivo de reactivar la actividad turística impulsada por el intendente Guillermo Montenegro, la empresa confeccionó este protocolo que prevé las distintas medidas sanitarias que habrán de observarse a lo largo del viaje charter.

El titular de la empresa, Diego Zamorano, recordó en primer lugar “la actividad de turismo en bus charter con salidas programadas se encuentra paralizada por las restricciones impuestas por las medidas de aislamiento social preventivo y obligatorio dictadas por las autoridades gubernamentales”.

Seguido, aclaró que “resultaba necesario adelantarnos y preparar el protocolo para la vuelta de la actividad turística, la que ya sucede en algunos puntos del territorio nacional y resulta de fundamental interés para Mar del Plata”.

Es sabida la importancia del sector turístico como empleador, generador de ingresos y distribuidor de la riqueza a lo largo y ancho del país, y particularmente en el ámbito del Partido de General Pueyrredon, uno de los principales destinos turísticos de la Argentina.

Zamorano indicó que a diferencia del viaje individual o grupal en automóvil, el traslado mediante bus charter con salida programada “permite un puntual seguimiento de todos los pasajeros (durante y después del viaje) y establecer con certeza el lugar de procedencia del mismo”.

El protocolo

Entre los aspectos contemplados hay medidas de preparación y desinfección previa de la unidad de transporte, pero también se considera la situación de los choferes, la manipulación y almacenamiento de equipajes y controles sanitarios de preembarque (para empleados y pasajeros).

A su vez se toma en cuenta el comportamiento durante el traslado, situaciones contingentes, medidas de ventilación de los micros, arribo al destino, check-in/check-out y “un seguimiento minucioso del pasajero” posterior al viaje para permitir la trazabilidad, ya que la empresa contará con los lugares que cada uno de ellos ha ocupado en la unidad.

Como cuestiones innovativas, el protocolo contiene la fijación de horarios escalonados para el arribo de los pasajeros al lugar de salida según su ubicación asignada, distanciamiento social en el abordaje y despacho de equipaje que se dispondrá en la bodega de acuerdo al orden de ascenso o descenso de los pasajeros.

También contempla minimización de los desplazamientos dentro de la unidad, reduccción de objetos llevados a bordo susceptibles de mantener o propagar el virus, distribución de los pasajeros según conformen o no grupos familiares, aislamiento de los choferes, protocolos de actuación en caso de advertir síntomas en alguno de los pasajeros, espacios específicos aislados para su traslado a un establecimiento sanitario, y muchas otras especificidades.

“Las autoridades municipales brindaron una muy buena recepción de este protocolo ya que consideran necesario trabajar en la futura reactivación del sector turístico, y pasarán a analizarlo en las áreas respectivas para luego sumarlo a los ya presentados por los sectores gastronómico y hotelero”, señalaron desde la empresa.