Policiales

Crimen de Tornari: niegan sobreseimiento de Belasteguin y el caso cambia de fiscal

La Fiscalía General rechazó la presentación de la fiscal Andrea Gómez, quien había solicitado desvincular del proceso al único acusado al considerar que existían pruebas que no lo sindicaban como el autor del asesinato. La causa pasará al fuero de Juan Pablo Lódola, quien deberá elevarla a juicio.

La Fiscalía General de Mar del Plata rechazó el pedido de sobreseimiento de Mariano Leonel Balasteguin, el hasta ahora único acusado por el crimen de Milagros Soledad Tornari (17), la adolescente asesinada en agosto pasado durante un enfrentamiento vecinal ocurrido en el barrio Pampa.

La solicitud había sido presentada días atrás por la fiscal del caso, Andrea Gómez, quien consideraba que existían pruebas que no sindicaban al imputado como el autor del hecho. Sin embargo, sus superiores no avalaron su postura y, con el aval de la jueza de Garantías, Lucrecia Bustos, mantuvieron la acusación sobre Balasteguin y dispusieron que la causa judicial pase al fuero del fiscal Juan Pablo Lódola.

De esta forma, se produjo en el expediente una situación que no se registra a menudo: Lódola tendrá 15 días para enviar el expediente a juicio oral sin posibilidad de sumarle nuevas pruebas. De todas maneras, la defensa de Balasteguin -quien se encuentra en libertad- está en condiciones de solicitar su sobreseimiento, tal cual lo había hecho Gómez, ante otro juez de Garantías, ya que Bustos se encuentra invalidada para fallar nuevamente por razones procesales.

De acuerdo al documento redactado por la Fiscalía Genera al que tuvo acceso LA CAPITAL, que lleva la firma del fiscal General adjunto, Marcos Pagella, los investigadores aceptan que si bien no está acreditada la autoría del crimen por parte de Balasteguin, manifiestan que los indicios existentes pueden ser valorados de distinta forma y afirman, además, que durante la instrucción debió producirse más prueba y tomarse más declaraciones testimoniales, diligencias que -según expresa el texto- no se realizaron.

Cabe destacar que Balasteguin había sido señalado por diversos testigos como el autor del disparo que mató a Tornari, pero también otras personas -como el propio novio de la joven- describieron al asesino como una persona “gordita, de tez blanca y pelo negro”, características físicas que no se corresponden con las del imputado.

Además, los mismos testigos habían señalado que Balasteguin portaba, el momento del hecho, una pistola de tipo calibre 9 milímetros y, el único peritaje balístico que se pudo realizar en el marco de la causa, evidenció que Tornari había muerto producto de un disparo efectuado desde un revólver calibre 38. Así se desprendió del análisis que los peritos realizaron de la plomadura que extrajeron de su cadáver.

Para la Fiscalía General, el hallazgo de un proyectil calibre 38 en el departamento de los padres de Balasteguin allanado casi dos días después del hecho podría incriminarlo. Sin embargo, fuentes de la fiscalía de Gómez manifestaron que esa pista no debería tomarse en cuenta porque el inmueble fue invadido y cuasi saqueado durante los incidentes que se produjeron en la madrugada del enfrentamiento que derivó en el crimen.

Milagros Tornari.

Sí resulta cierto que Balasteguin está reconocido como uno de los hombres que disparó hacia el grupo de jóvenes que vivía en la villa y que mantenía un conflicto previo con los habitantes del edificio del barrio Pampa, entre los que se encontraban sus padres. Por ese motivo, para los integrantes de la Fiscalía General existe la duda sobre su autoría, y es esa duda la que los motiva a disponer que la causa sea elevada a juicio.

“Ha señalado el Tribunal de Casación Penal de la Provincia de Buenos Aires Sala Segunda que entre la certeza negativa y la certeza positiva se encuentra la probabilidad e improbabilidad, estados que sirven para vincular o no a una persona al proceso, pero no para dictar un auto como el sobreseimiento que de quedar firme importaría fulminar toda posibilidad de esclarecimiento de la verdad real y desnaturalizar el instituto de la investigación penal preparatoria, cuando media en el caso sospecha razonable”, explicaron en el fallo.

Los hechos y la acusación

Milagros Tornari fue asesinada de un disparo en el pecho en la madrugada del domingo 2 de agosto de 2020, mientras se hallaba junto a su novio y otras personas frente a las torres del barrio Pampa, en la periferia de la ciudad. En ese momento se producían incidentes entre gente de la villa Santa Rita y vecinos de los edificios de Rateryi, entre Bouchard y Vértiz, originado por un episodio que había ocurrido en la tarde del sábado. La autopsia al cadáver reveló que la víctima cursaba un embarazo de pocas semanas.

Balasteguin fue detenido en el cruce de González Chávez y Fortunato de la Plaza, poco después del hecho. Los vecinos y allegados a Tornari lo sindicaron como uno de los autores de los disparos. Desde entonces, estuvo alojado en la Alcaidía Penitenciaria Nº 44 de Batán hasta que 26 días después fue liberado, ya que no tenía antecedentes penales y no existía, para la Justicia de Garantías, riesgo de fuga o entorpecimiento de la investigación.

Con el paso del tiempo, la fiscal Gómez recabó pruebas. tomó testimonios y analizó la situación del único imputado: un trabajador de una empresa constructora sin prontuario abierto y con buen concepto vecinal. Si bien es cierto que fue ubicado en el lugar de los hechos como uno de los hombres que dispararon, su versión no resultó descabellada para la investigadora.

Según distintas averiguaciones, en la noche del 1 de agosto Balaguestin había concurrido junto a sus hijos y su mujer a cenar a la casa de su hermano, su madre y su padre, debido a que éste último, pescador, iba a embarcarse al otro día y no se verían por tres meses. En ese contexto por un conflicto que se había iniciado en horas de la tarde, un grupo de habitantes de un asentamiento ubicado a pocos metros del edificio donde se llevaba a cabo el encuentro comenzaron efectuar tiros. Ante ello, se habría munido de una pistola que su padre guardaba en la vivienda para irse del lugar y defenderse de un posible ataque.

Conforme figura en la causa, fue entonces que tanto él como otras personas -que no fueron identificadas- repelieron las agresiones y dispararon sobre el grupo, integrado en su mayoría por adolescentes (varios de ellos en conflicto con la ley penal juvenil). Y precisamente en ese contexto se produjo la muerte de Tornari, quien por ser menor estaba bajo la guarda de su abuela pero se había ido de su casa para residir en la villa junto a su novio.

Durante la investigación no se pudo probar la ubicación desde la que se disparó el proyectil que mató a la adolescente, ya que la campera que llevaba puesta y que recibió el impacto de la bala, no fue secuestrada en el lugar. Recién varias semanas después se presentó la madre de la víctima en Tribunales con la prenda y mostró el orificio que tenía el abrigo. Pero para ese momento la prueba no servía y no podía incluirse en la causa.

Con las declaraciones testimoniales -descripciones que no coincidían con el imputado-, el peritaje de la plomadura extraída del cadáver de Tornari y la versión de Balasteguin, la fiscal pidió su sobreseimiento. Sin embargo, la Fiscalía General no acompañó su postura y requirió que el caso sea ventilado en un juicio oral donde deberá determinarse concretamente si el sospechoso fue o no el autor del hecho.

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