Juan Andrés Olea (20) apareció el lunes a la mañana muerto en una vereda del barrio Libertad, tenía un fuerte golpe en la cabeza y manchas de sangre que iban desde donde quedó su cuerpo tendido sin vida hasta una casa, señalada por todos en la zona como un punto de venta de droga y “aguantadero de maleantes”.

Según la reconstrucción preliminar del caso, que es investigado por el fiscal Fernando Castro, el hallazgo del cuerpo se registró en Canadá (216), entre Libertad y Balcarce. Y de acuerdo a los resultados de la operación de autopsia, el deceso de Olea se produjo entre las 4 y las 6 de la mañana.

Si bien aún no existen sospechosos identificados por el homicidio, fuentes del caso explicaron que, por la violencia inusitada que presentaba la lesión mortal, el ataque podría haber sido cometido por más de una persona. Y, por la misma razón, se cree que todo se habría desencadenado durante una pelea entre conocidos.

Según información oficial a la que tuvo acceso LA CAPITAL, Juan Andrés Olea, con sus veinte años, tenía un importante prontuario, con un pasado criminal de violencia, robos y droga.

Como adolescente, la víctima había sido imputada en julio de 2013 por infringir la ley de drogas; ese mismo año además fue detenido por un robo a mano armada cometido con otros delincuentes. A fin de 2013, Olea volvió a caer por droga, por tener en su poder 139 gramos de marihuana y 5 gramos de cocaína.

En marzo de 2014, Olea fue detenido por un robo a mano armada en la vía pública y en junio y agosto también fue detenido por asaltos en la vía pública.

En octubre de 2016, Olea tenía una orden de captura en su contra por un asalto agravado y en septiembre del año pasado volvió a ser aprehendido por un robo agravado, pero esta vez dentro de un domicilio.

Según trascendió, Olea estaría vinculado con personas de una casa en Canadá (216) y Libertad que venderían estupefacientes en el barrio y que es, justamente el lugar, donde se encontraron manchas de su sangre, a unos 50 metros de donde fue hallado su cuerpo.

Los investigadores descartaron que la muerte de Olea hubiese sido en una situación de robo y las principales hipótesis se centran en su relación con vendedores de droga o una discusión por problemas de vieja data.