Gastronomía

Cup Noodles, medio siglo de un plato instantáneo y revolucionario

Por Antonio Hermosín Gandul

TOKIO, Japón.- Hace medio siglo el empresario nipón Momofuku Ando ideó un plato instantáneo que podía comerse en su propio envase añadiendo sólo agua caliente, un producto que revolucionó la industria alimentaria y del que se siguen vendiendo millones de unidades hoy día.

Se trata de los fideos instantáneos en vaso, comercializados por primera vez como “Cup Noodle” el 18 de septiembre de 1971 y que supusieron la obra cumbre de Ando en su aspiración por producir de forma masiva alimentos asequibles y fáciles de comer en el Japón de posguerra.

Desde su lanzamiento en el archipiélago nipón hace 50 años se han vendido más de 50.000 millones de envases individuales de estos tallarines en un centenar de países, según datos de la compañía Nissin, fundada por el propio Ando.

Inventor y emprendedor

Nacido en 1910 en el Taiwán bajo ocupación nipona, el padre de los Cup Noodles es una de las figuras más admiradas del Japón contemporáneo, tanto en el mundo de los negocios como por su aportación a la cultura popular.

Ando concibió sus innovaciones culinarias por el método de ensayo y error y guiado siempre por su curiosidad y por su capacidad de observación, según relató en varios libros autobiográficos y tal y como recoge un museo dedicado a los Cup Noodles en Yokohama, al sur de Tokio.

Cuenta que dormía apenas cuatro horas al día y trabajaba de forma incansable encerrado en una pequeña barraca convertida en su laboratorio culinario, de donde salieron los primeros fideos instantáneos del mundo, Chicken Ramen, precursores de Cup Noodles y lanzados en 1958.

Estos tallarines fritos a alta temperatura y durante un breve intervalo -la misma técnica que el “tempura”- cumplían los cuatro requisitos que se había fijado Ando: tener un buen sabor y del que los consumidores no pudieran cansarse, conservarse durante períodos largos, ser fáciles de cocinar y baratos.

El producto, bloques de fideos envasados individualmente en bolsas de plástico, salió al mercado a un precio de 35 yenes (unos 610 yenes o 4,7 euros actuales en términos ajustados a la inflación), en un Japón hambriento por la escasez alimentaria posterior a la Segunda Guerra Mundial y donde la harina proveída por los Estados Unidos era uno de los principales sustentos del país.

La globalización de los fideos

No contento con el éxito de Chicken Ramen en el mercado doméstico, Ando siguió experimentando para mejorar su producto y adaptarlo más a las necesidades de los consumidores de todo el planeta.

Durante un viaje a Estados Unidos, tuvo una revelación: observó que los locales comían sus fideos instantáneos en tazas o en vasos de papel y usando tenedor, ya que fuera de Japón no eran habituales los boles para tallarines ni los palillos.

Decidió entonces diseñar un envase que sirviera al mismo tiempo de recipiente para los fideos, que los mantuviera calientes, se pudiera sujetar con una mano y facilitara el uso del tenedor.

“Pensó que esta era la forma para vender el producto a todo el mundo. Así fue como nacieron los primeros tallarines en vaso en 1971”, explica a EFE Kazuki Tsurumaru, portavoz de Nissin.

El ingenioso diseño del recipiente, con tapa reutilizable incluida, apenas ha cambiado en este medio siglo, aunque el envase ha pasado de fabricarse en poliestireno a componerse principalmente de papel, con el fin de reducir la cantidad de basura generada de ese material plástico no reciclable, según Tsurumaru.

También evolucionan de forma constante los múltiples sabores del caldo en polvo y de los ingredientes liofilizados que acompañan a los fideos. Más de 200 tipos de Cup Noodles se han comercializado desde su lanzamiento.

Más allá de los clásicos sabores de pollo, marisco y curry, pueden encontrarse infinidad de variedades exóticas adaptadas a los paladares locales como las de “camarón fuego” vendida en México o las de “feijoada” y “costela” en Brasil, aparte de otras bajas en sal y azúcar o altas en proteínas.

Brasil y México ocupan respectivamente el décimo y el decimoquinto puesto entre los países más consumidores de Cup Noodles, una clasificación que lidera holgadamente China seguida de Indonesia, Vietnam, India y Japón, según datos de Nissin.

El padre del producto murió a los 96 años, el día después de dar un discurso de media hora a sus empleados y de cenar Chicken Ramen con ellos, y tras cumplir su sueño de colocar sus fideos en todo el planeta e incluso en el espacio, con una versión especial llamada “Space Ram” que ha formado parte de las provisiones de varias misiones de la NASA.

EFE.

Te puede interesar

Cargando...
Cargando...
Cargando...