La entrada a la planta que Pepsico tiene ubicada en el Parque Industrial de la ciudad se vio interrumpida ayer por la madrugada por los trabajadores despedidos por la misma empresa en Vicente López, localidad de Florida. Acompañados por dirigentes de la CTA, los manifestantes impidieron la salida y el ingreso de los camiones bajo la consigna: “Si no hay pan para nuestros hijos, que no haya paz para los empresarios”. La protesta se da en el marco del anuncio que la multinacional incorporará cerca de 150 trabajadores de la ciudad, tras la ampliación correspondiente de la planta local.

Horas previas al corte, el secretario de Producción de la comuna, Ricardo de Rosa, dialogaba con LA CAPITAL y aseguraba que, en decisiones de estas características, “siempre hay una de cal y otra de arena”.

Si bien se mostró preocupado por la situación que atraviesan los más de 600 trabajadores que quedaron sin trabajo tras el cierre de la planta ubicada en la localidad de Florida, de Rosa señaló que “desde el punto de vista de Mar del Plata y en mi Secretaría en particular que es Desarrollo Productivo, nos da mucha alegría poder contar con la ampliación no sólo de la empresa PepsiCo, que es tan importante para Mar del Plata porque va a tomar más de 150 personas, sino también todas las ampliaciones que hay dentro y fuera del Parque Industrial”.

“Es una buena noticia para la ciudad pero para nada buena para la gente de Buenos Aires. Como digo, siempre hay una de cal y otra de arena lamentablemente”, agregó.

Comunicado de la empresa

A raíz de los inconvenientes ocasionados en la planta local, PepsiCo Argentina emitió un comunicado a la prensa advirtiendo sobre la situación actual que atraviesan los cerca de 600 trabajadores despedidos de la empresa.
En el mismo señalaban que “la difícil decisión de cerrar la planta ubicada en la localidad de Florida” se debió a la “imposibilidad de ampliación ni modernización”.

“Las razones de dicho cierre incluyen su localización en un barrio residencial con su consiguiente imposibilidad de ampliación ni modernización; la inviabilidad económica derivada de su alta estructura de costos; y las dificultades logísticas de acceso y traslados, entre otras”, detallaron.

Según aseguraron, la compañía inició desde entonces un “procedimiento preventivo de crisis”, a través del cual comunicaron de manera personal “a las 536 personas que se han visto impactadas por el cierre”.

En este sentido, confirmaron que se los invitó a cada uno de ellos “a reunirse de manera personal mientras continúa pagando a todos sus haberes y aguinaldos hasta el 31 de julio”.

De acuerdo a lo expuesto, el acuerdo llegado con el sindicato incluyen el pago de una suma por el doble de la indemnización legal por antigüedad (es decir, el 200%) y una extensión de la cobertura médica para el trabajador y su grupo familiar de hasta 6 meses por sobre el mínimo legal.

Con el objetivo de negar cualquier rumor que sugiera una nueva apertura de la fábrica pero con otros trabajadores y nuevos contratos, desde la multinacional aseguraron que “nunca ha considerado reabrir la operación en la planta de Florida dada su inviabilidad ya explicada”.

“Con estos cambios operacionales el objetivo de la compañía es asegurar el crecimiento y desarrollo sustentable de PepsiCo en Argentina en el largo plazo”, concluyeron.