La diligencia no se llevó a cabo este lunes porque la causa cambiaría de fiscal. Como la autopsia reveló que la muerte de Ana Laura Díaz se produjo el viernes, el caso pasaría a ser investigado por Juan Pablo Lódola.
El hombre de 55 años detenido por el crimen de Ana Laura Díaz (26), cuyo cadáver fue hallado por un grupo de niños en un descampado del barrio Las Heras, declarará este miércoles en Tribunales.
La audiencia, que debía realizarse este martes por la mañana, se postergó a la espera de los resultados de la autopsia al cuerpo de la mujer. Es que el fiscal Leandro Arévalo, quien intervino en el inicio de la investigación, pidió aguardar a que finalizara esa operación para poder establecer oficialmente la fecha de muerte de la víctima y, con ese dato, determinar si le correspondía seguir al frente del caso o darle traslado a su par Juan Pablo Lódola, de turno la semana pasada.
Una vez que concluyó dicha diligencia, los médicos forenses confirmaron que Díaz fue asesinada el viernes, por lo que la investigación seguiría su curso a cargo de Lódola y la declaración del acusado tendría lugar en su oficina, este miércoles por la mañana.
El sospechoso, detenido el mismo lunes cerca de la medianoche, es un vecino de la misma zona de la ciudad que mantenía una relación sentimental con la víctima. El operativo que concluyó con su captura de llevado a cabo por el personal policial de la comisaría decimosexta.
El cadáver de Díaz se encontraba en avanzado estado de descomposición, por lo que la autopsia no pudo realizarse el lunes. De acuerdo al informe preliminar de los médicos entregado ayer, el cuerpo tenía signos de ahorcamiento, el principal motivo del deceso, y dos lesiones de arma blanca que no habrían sido fatales.
La detención del acusado se registró después de una serie de averiguaciones que confirmaron la tormentosa relación que mantenían ambos. Según trascendió, la víctima sufría las consecuencias de las adicciones a distintos tipos de estupefacientes y discutía de manera permanente con el ahora detenido, quien solía darle asilo en su casa. De hecho, la última vez que la vieron los vecinos se encontraba con él.
En un comienzo, había trascendido la versión de que la joven tenía un el ex marido preso en la cárcel de Batán, por lo que la policía averiguó si éste contaba con salidas transitorias para establecer si podía considerarlo como sospechoso. Al confirmar que el hombre no gozaba de ese beneficio, la pesquisa se orientó hacia otras relaciones que, eventualmente, habría tenido la mujer.
Finalmente, el lunes por la noche y tras tomar algunas declaraciones testimoniales, los investigadores dieron con el nombre del acusado, al que detuvieron en cuestión de minutos.
En ese marco, la policía también procura averiguar si el robo de algunas pertenencias del hombre fue lo que originó la última pelea entre ambos, que habría acabado en el asesinato de Díaz. Inclusive, fuentes consultadas por LA CAPITAL mencionaron que quedó descartada la hipótesis de un crimen enmarcado en una situación de violencia de género.
El cuerpo de la mujer fue descubierto por unos niños que recorrían la zona de Fitte y Puán, donde prevalecen los terrenos descampados.
Del cuello de la mujer los peritos de Policías Científica recuperaron un lazo que habría sido utilizado para estrangularla y a un metro de distancia un arma blanca.
Cabe destacar también que la mujer, que vivía en condiciones de marginalidad, era investigada en una causa judicial iniciada recientemente por la supuesta comercialización de estupefacientes.