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Río 2016 13 de agosto de 2016

Plata para Del Potro, que es de Oro

Finalista de los Juegos tras vencer a Nadal. El tandilense superó al astro español en tres titánicos sets por 5-7, 6-4 y 7-6 (5) y pugnará por el plus de una medalla dorada par la Argentina, ante el segundo favorito y jugador más sobrio del certamen, el británico Andy Murray.

por Vito Amalfitano
Desde Río de Janeiro, Brasil

“Me estaba imaginando el asado que me iba a comer en Tandil”, le había confesado Juan Martín Del Potro a LA CAPITAL anteayer, en referencia al momento en el que supo que en el cuadro de la primera ronda del tenis de los Juegos Olímpicos le había tocado nada menos que el número uno del mundo, el serbio Novak Djokovic.

Pero ahora resulta que el asado será de gran festejo. Porque Del Potro aseguró la segunda medalla para Argentina en Río 2016, al menos la de plata, al pasar a la final de tenis de los Juegos Olímpicos ante el británico Andy Murray después de ganarle nada menos que a otro astro, el español Rafael Nadal, en un partido inolvidable en el Court Central, por 5-7, 6-4 y 7-6 (5) tras tres horas y ocho minutos de juego.

Murray, en tanto, el de tenis más sutil en el torneo, había derrotado en primer turno al japonés Nishikori con mucha más tranquilidad, por 6-1 y 6-4 (el anteúltimo punto de ese encuentro fue el más bello del certamen, con una resolución increíble del escocés desde el piso).

La final entre Del Potro, quien ingresó con ranking protegido al certamen, y Andy Murray, segundo favorito preclasificado, se disputará en la jornada del domingo, no antes de las 15.30 en el Court Central del Parque Olímpico de Tenis.

A Del Potro ante Nadal le sirvió, como en casi todos estos Juegos, que Nadal comenzara “sacado” del partido, sin demasiada concentración, y que no pudiera aprovechar su servicio. A esto le agregó un par de sus clásicos golpes de drive. El segundo game el tandilense lo resolvió sin darle opciones de juego al español. Metió tres aces y un saque ganador final.

Pero a partir de ahí Nadal se recuperó con su servicio y quebró en el sexto game dejando en 0 a Del Potro pero prácticamente con todos errores no forzados del tandilense. Es que Delpo pidió un “ojo de Halcón” que no le fue favorable en un primer saque y se salió de eje, cometió doble falta y mandó después dos pelotas a la red.

Luego Nadal se puso 4 a 3 en su saque para completar un lapso increíble de 12 puntos a 1 sobre Del Potro, con la particularidad que de esa docena 9 fueron errores no forzados del tandilense. El español solo se limitó a hacer lo correcto y a sostenerse con entereza, más allá de sus dudas también con el primer servicio.

Del Potro se recuperó de ese primer momento crítico del partido con otro game en que un jugador dejó en 0 al otro, con dos nuevos aces y un golpe de derecha paralelo fulminante en el 30-0.

Pero un nuevo Nadal sin fisuras resolvió otra vez un game dejando en blanco al contrincante, simplemente sin cometer errores. Ese fue Rafa después del mal inicio en el primer punto, un jugador que no arriesgó pero que aprovechó los episodios erráticos del rival.

Del Potro salió de situación comprometida con el 4-5 abajo a partir de un nuevo saque ganador y un ace que le devolvieron confianza.

Pero después que conservó su saque Nadal quebró para resolver el set, con nuevos fallidos del tandilense, quien, en realidad, se salió de quicio en una pelota que Nadal mandó muy probablemente afuera, no pidió y el mallorquín terminó ganando el punto con un passing magistral.

Un primer set en el que el secreto de Nadal fue no fallar, más allá de ese primer game, y usufructuar los errores que se sucedieron de Del Potro.

Hasta el 1 a 0 de Nadal en el segundo set con su servicio Del Potro cometió 17 errores no forzados contra 7 del español. Una diferencia de partido resuelto. Menos para La Torre de Tandil que a partir de ahí construyó una victoria épica porque bajó ostensiblemente sus porcentajes de error y necesitó otra vez del mejor drive del torneo y de un efectivo primer servicio para dar cuenta de un Nadal que también desde ese momento sí dio el plus que todos esperan de él y que hasta ahí no había necesitado.

No obstante ese valor agregado de Rafa ya estaba en cancha el Del Potro de los mejores tiempos. Es así como en ese segundo set Del Potro volvió a quebrar rápido, se puso 3-1, pero esta vez su servicio no declinó y obligó justamente a una resistencia diferente del español quien, sin embargo, no tuvo una sola chance de recuperar la inicativa, porque en ese parcial el tandilense llegó a completar la suma de 8 aces, contando los que había logrado en su peor momento, el de los errores repetidos del primer set.

El tercer set fue una lucha “titánica” porque se potenció ese plus de Rafa, sobretodo en los tiros milimétricos hacia los costados con Del Potro en la red, y porque el tandilense mantuvo su máximo nivel en saque y drive. En el segundo game Nadal resistió como nunca ante el servicio de Del Potro pero no le alcanzó. En el 2 a 1 Nadal lo dejó en cero al tandilense y en el 2 a 2 Del Potro lo resolvió con otros dos aces. En el quinto game, el Rafa más resistente, salvó dos break. Llegaron la con la conservación del servicio hasta el noveno game, cuando quebró Del Potro. El tandilense sacaba para el partido pero ahí es cuando, en este caso, afloró el mejor Nadal, incluso para rostros de asombro de los colegas españoles que nos acompañaban en el pupitre. Quebró y puso todo otra vez igual.

Enseguida Del Potro desaprovechó su tercera gran oportunidad de la tarde cuando contó con tres break, 0-40 con el saque de Nadal. Al levantarlo, Rafa festejó como si hubiera ganado un Gran Slam y enardeció a los españoles y a la mayoría del público brasileño, que abucheó todo el tiempo los cánticos argentinos.

Del Potro se repuso del golpe psicológico de las dos grandes oportunidades desperdiciadas y otra vez fue letal con su drive y primer servicio para el 6-6.

En el tie break, quizá uno de los más importantes de la vida de Del Potro, el tandilense arrancó con un mini-quiebre y después con su saque se puso 3-0. Nadal después mantuvo su servicio y llegó al 2-3. Lo mismo hizo Del Potro para ponerse 5 a 2, en el umbral de partido. Pero una vez más tampoco Rafa cedió su servicio y quedaron 4-5. Del Potro quedó match point con un ace pero después cedió un servicio en un punto apasionante que Nadal ganó en la red.

El tandilense, como para simbolizar lo mejor que trajo a Río, liquidó el partido con drive impresionante que obligó a Nadal a devolver largo.

El festejo emocionó a todos. Del Potro se tiró al piso a llorar y después le hizo unas reverencias a los anillos de los Juegos marcados en la cancha y los señaló con la raqueta. Es que en Río 2016 volvió a ser un Top del tenis. Aquí se construyó el milagro del renacimiento de un jugador que casi estuvo al borde del retiro tras tres operaciones de muñeca. Su historia tiene la épica de un héroe olímpico gigante, a la altura del Oro, aunque por ahora “solo” sea el dueño de la medalla de plata, la segunda para Argentina.



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