por Vito Amalfitano
Enviado Especial

RIO DE JANEIRO, Brasil.- El tandilense Juan Martín Del Potro se impuso al portugués Joao Sousa por 6-3, 1-6 y 6-3, en una hora y 58 minutos en el Centro Olímpico de Tenis y pasó a la tercera ronda, octavos de final, del cuadro de singles de los Juegos Río 2016 pese a mostrarse extenuado tras la dura victoria de la noche anterior ante el número uno del mundo, Novak Djokovic.

Ahora Del Potro enfrentará en tercera ronda al japonés Taro Daniel, que dejó en el camino a Kyle Edmund.
Esta vez Del Potro no se quedó encerrado en un elevador 40 minutos en la Villa Olímpica como en la previa del histórico partido ante Djokovic, pero igual supo sobreponerse a otras adversidades para ascender en el cuadro del tenis de los Juegos Olímpicos.

Del Potro fue abiertamente perjudicado en el cuadro al tener que jugar dos partidos con tan pocas horas de diferencia.

Del Potro no solo jugó contra el portugués Sousa sino contra la flaqueza de sus piernas por lo extenuante del hoque de la noche del domingo, ante Djokovic, que terminó apenas unas 15 horas antes de este encuentro. Para un jugador que viene de tres operaciones de muñeca y otros tantos períodos de inactividad, fue demasiado.

Sin embargo en el primer set se pudo sobreponer con la inteligencia de un verdadero Top Ten, capaz de disimular sus flaquezas físicas con aptitudes técnicas y cerebrales. Primero remontó un quiebre que puso al portugués 2 a 1 y con dos quiebres propios se quedó con el set 6-3. Apeló a la destreza y el oficio para ganar los puntos clave y metió sus pocos primeros saques en los momentos justos.

Pero en el segundo set es cuando más se notó su cansancio y ya no pudo contra sus propias falencias físicas. El portugués, con poco, “a meterla”, y a insistir al revés de Del Potro,-que ya no respondió como en la primera manga-, se impuso con un contundente 6-1.

Del Potro también tuvo que jugar contra el público brasileño, que insólitamente otra vez con fervor se puso la camiseta de un ignoto jugador (como ya lo habían hecho con la coreana que perdió la final de judo ante Paula Pareto) para provocar al público argentino que aún en desventaja no dejó de alentar al tandilense. Por esa agresividad de una parte del público local en la primera parte del primer set el partido debió ser interrumpido porque un aficionado argentino respondió y se tomaron a golpes de puños. Se llevaron demorado al argentino, que besó su camiseta mirando a Del Potro acompañado por los agentes de seguridad hacia la salida.

Desde los altoparlantes se pidió respeto al “espíritu olímpico” por los continuos abucheos a Del Potro de los brasileños. Y al ganar con esfuerzo el primer punto del tercer game del tercer set el propio tandilense hizo un gesto para que el público argentino lo alentara, lo que provocó una ovación.

En ese tercer set justamente afloró todo el fuego sagrado y el oficio de un verdadero Top como Del Potro, pero además volvió a meter primeros saques y su derecha volvió a ser letal, sobretodo para levantar un 30-15 y quebrar el saque en un momento clave, en el sexto game. Luego defendió su servicio con suficiencia, se puso 5-2 y se encaminó a la victoria.

El portugués levantó dos match point en el octavo game pero solo fue rival mientras Delpo no pudo meter primera, con su servicio o su derecha mortífera. El tandilense lo liquidó con esas dos armas en el noveno game para cerrarlo 6-3. Un titán en los Juegos, contra todo y contra todos.