por Leonardo Coscia

La depresión y la ansiedad conforman una patología que, según estimaciones, será uno de los tres problemas de salud más frecuentes, mientras que en la actualidad el 20% de los que conviven con estas afecciones no consultan al especialista.

“En un mundo de incertidumbre la depresión constituye la mayor fuente humana de sufrimiento. Se estima que en el mundo hay 350 millones de personas que sufren algún grado de depresión”, afirmó Alejandro Gordillo, que integra el departamento de Salud Mental del Hospital de Clínicas “José de San Martín”.

Gordillo destacó además que “se estima que el 20% de la población sana padece algún tipo de depresión”, siendo la prevalencia “más alta en mujeres que en hombres”.

Elespecialista indicó que esto último “se debe a factores hormonales y a roles sociales impuestos”, además de “que las mujeres son más proclives a la exteriorización de sus sentimientos en momentos de crisis de angustia, lo que hace que consulten a un especialista”.

En cuanto a los síntomas, el experto remarcó que “las primeras sensaciones tienen que ver con desgano por cualquier tipo de actividad, sensación de abatimiento, lo común es dormir mal, ya que cuesta dormir” y destacó que “los pensamientos monocordes y la agitación psicomotora son el siguiente paso”.

“La ansiedad puede estar asociada a la depresión como una de las primeras manifestaciones clínicas, es tan fuerte el malestar que de la diagnostica como depresión ansiosa que es uno de los cuadros más frecuentes. Son los síntomas que generalmente llevan a la consulta médica”, comentó.

Gordillo afirmó que “existe un porcentaje alto de la población que sufre depresión pero que no pasa por el hospital, y que desconoce su situación”.

Por tal motivo, dijo que “se va acentuando el cuadro, se puede ir notando un desmejoramiento en sus funciones afectivas y laborales o que termine con otras afecciones asociadas al cuadro de depresión ansiosa, los pacientes terminan asistiendo a una consulta en una 2 o 3 instancia, cuando empiezan a surgir patologías o se acentúan las mismas”.

El especialista aseguró que está comprobado que “los factores traumatizantes en la infancia, los antecedentes familiares y la constitución genética juegan un rol importante en el desarrollo de una personalidad depresiva”.

En ese sentido, manifestó que “existen otras circunstancias en las que se puede favorecer una depresión como por ejemplo catástrofes naturales, ataques terroristas o presenciar distintos actos de violencia”.

“Ante todas éstas variantes existe un deterioro psíquico del paciente que puede ir desde problemas cognitivas hasta desordenes emocionales o de la personalidad y que también puede causar cualquier tipo de enfermedad en el cuerpo”, concluyó.

(*): Especial para NA.