Por Rocío Ibarlucía

Historias de dobles, en los reflejos y las sombras, sueños que pujan por volverse realidad, rebeliones de peces contra la crueldad humana, un vestido y un amor de muchos años, raíces que crecen tanto que no dejan avanzar. Estas son las tramas contenidas en las hojas de “Desde un paraje raro”, el primer título de la editorial independiente marplatense Letra Sudaca publicado en conjunto con la ONG Jitanjáfora, destinada a la promoción de la lectura y la escritura. La unión de esta casa editorial nacida en 2011 -ya con larga trayectoria en narrativa- y una organización social llevada adelante por expertas en literatura infantil y juvenil ha dado como resultado un pequeño pero espeso libro de relatos de la escritora Iris Rivera, ilustrado por el marplatense Diego Moscato.

“Soy una señora seria (a veces). Nací en el siglo y el milenio pasado. (…) Sigo tratando de aprender a leer y escribir, algo tan sencillo como nadar y andar en bicicleta al mismo tiempo”.

“Transpiré delantales de maestra durante años (no fue fácil al comienzo, pero después, tampoco)”. Así se define Rivera (Buenos Aires, 1950), quien además considera que tampoco le fue ni es fácil el oficio de escribir: “Sigo tratando de aprender a leer y escribir, algo tan sencillo como nadar y andar en bicicleta al mismo tiempo”. Pero, a pesar de lidiar con los obstáculos propios de la docencia y la narrativa, logró publicar numerosos libros para infancias, como “El señor Medina”, “Manos brujas”, “Cuentos con tías”, “Mitos y leyendas de la Argentina”, “Maqueta”, “Haiku”, “Llaves”, “La niña de agua”, “Casos de escuela” y la lista podría continuar. Su vasta obra fue reconocida con los premios Pregonero (2011), Hormiguita viajera (2012) y Konex (2014), con un diploma al mérito en la categoría literatura infantil.

Para el estreno de la dupla Letra Sudaca-Jitanjáfora, Rivera y Moscato proponen adentrarnos en “parajes raros”. Lo recóndito y singular radica no solo en los espacios, sino también desde dónde se los mira. Su particular modo de narrar la naturaleza o las situaciones cotidianas, como correr por la Costanera, ir a pescar al lago o talar en el monte, nos hace cambiar el lugar donde nos paramos para contemplar lo real. Desde una perspectiva extrañada, los relatos exploran lo desconocido en lo conocido, desmenuzan el mundo que nos rodea, distorsionan lo cotidiano, para sorprendernos con desenlaces inesperados, con escenarios agradables que de pronto se vuelven siniestros o incluso poéticos.

Letra Sudaca y Jitánjafora lanzaron “Desde un paraje raro” en la Feria Invierno de editoriales independientes, en junio de 2023.

El libro abre y cierra con dos cuentos en los que aparece el tema del doble: el reflejo del agua o la sombra del sujeto protagonista van cobrando formas inusuales. La autonomía que adquiere ese otro amenazante le impone un ritmo vertiginoso a los dos relatos, que hace que no se pueda detener la lectura. Otro texto de estos parajes raros que propone un compás galopante es “Raíces”, en el que se narra la obsesión de Aquilino por cortar, arrancar y tirar raíces para hacerse su camino en el monte, tanto que la tierra empezará a tironear…

“El sueño de los conejos” es otro relato que deja al lector con la respiración cortante, ya que los límites entre el sueño y la vigilia se vuelven difusos y la peor de las pesadillas puede hacerse carne.

“Lavandas”, por su lado, se sitúa en otro paraje recóndito, en este caso, un campo de flores donde se cuenta una historia de amor a través de un vestido. El baile de los enamorados y de las palabras construye un final con ritmo poético, en el que cada oración otorga una música sutil que sugiere la aparición de lo irreal. Y el sexto relato, “Pesca deportiva”, comienza situándonos en un entorno apacible que se torna cada vez más oscuro, cuando un suceso inesperado provoca que ya no resulte tan claro quién es el pescador y quién, el pescado.

“Desde un paraje raro” es un viaje a la extrañeza, a lugares recónditos de nuestro mundo, donde la naturaleza cobra vida, donde los sueños invaden la realidad, donde los roles asignados se invierten, donde los animales pueden burlarse de los humanos, donde se vuelven inciertas las fronteras entre lo posible y lo imposible. Un libro que desacomoda nuestros sentidos y nuestra manera de pensar el mundo a través de un lenguaje preciso, cargado de silencios y finales abiertos, que invitan a ser llenados por lectores de todas las edades con sus interpretaciones y nuevas preguntas. Ante la extrañeza de sus parajes, solo queda dejarse atravesar por la palabra de Iris Rivera al mismo tiempo perturbadora y poética.