Dos jóvenes resultaron baleados en una fiesta el domingo a la mañana en el barrio Cerrito y, al ser entrevistados por la policía, no quisieron hacer la denuncia ni instar a la acción penal.

Si bien este nuevo episodio de violencia ocurrió en la madrugada del domingo, trascendió hoy y, desde la Fiscalía iniciaron una investigación por abuso de armas.

En un principio, tres de hombres fueron detenidos -uno de ellos cumplía con un arresto domiciliario- y habrían sido señalados por algún testigo, pero no por las víctimas. Luego de unas horas de estar bajo arresto, y en las que sus allegados hicieron una suerte de acampe en la comisaría tercera y confrontaron con la policía, fueron liberados por decisión de la fiscalía.

El hecho ocurrió cerca de las 9 de la mañana en una fiesta en Soler y Fleming cuando, por motivos que son de investigación, dos jóvenes fueron baleados en las piernas por otro grupo que llegó al lugar en un auto.

Un llamado al 911 alertó a la policía y personal de la comisaría tercera fue hasta el lugar. Al llegar, se encontró con una situación por demás hostil, la gente presente confrontó con los efectivos, quienes arrestaron a tres hombres, señalados como los agresores, y los subieron a un patrullero, para protegerlos también de los allegados de los víctimas, que pretendían lincharlos.

Las víctimas, de entre 20 y 30 años, fueron trasladadas al Hospital Interzonal, donde ingresaron lúcidas y conscientes.

La investigación de este ataque, para la Fiscalía N° 1, es realmente compleja ya que las víctimas no quieren colaborar con brindar información. Se trató de un ataque que pudo haber tenido consecuencias mayores y, como sucede en estos ámbitos marginales, los involucrados intentan resolver los conflictos con sus propias manos, iniciando así un ciclo de venganza y violencia.