De los 24 concejales que integran el cuerpo deliberativo, varios resonaron durante el último año como posibles precandidatos a intendente. Sin embargo, el cierre de listas aclaró ese escenario y dejó en carrera a solo dos dirigentes que hoy buscan suceder a Carlos Arroyo en el gobierno municipal.

La concejal de Cambiemos Vilma Baragiola, clara ganadora de las elecciones legislativas del 2017 con más del 48% de los votos, logró quebrar algunas intenciones de dejarla afuera del armado oficialista y se medirá en una interna con el diputado Guillermo Montenegro.

Las PASO del próximo domingo 11 de agosto definirán quién será el candidato o la candidata a intendente rumbo a las generales de octubre. De cualquier forma, Baragiola conservaría su mandato de concejal hasta 2021.

Pero también el concejal Santiago Bonifatti, quien hace años se despegó de Acción Marplatense y en 2017 presentó una lista propia en las elecciones legislativas, cosechó el apoyo y la confianza nada más ni nada menos que del ex ministro de Economía Roberto Lavagna, quien lo eligió para ser el candidato a intendente de Consenso Federal en Mar del Plata.

El espacio finalmente no tendrá internas, ya que una segunda lista presentada inicial por Rodrigo Hernández, dirigente de Barrios de Pie, no competirá en la elección y Bonifatti, entonces, es el único precandidato del lavagnismo en la ciudad.

No obstante, a la contienda que hoy tiene a Baragiola y Bonifatti en carrera intentaron sumarse otros concejales. El radical Mario Rodríguez coqueteó con la idea de ser precandidato a intendente, pero finalmente esa posibilidad no prosperó ni dentro ni fuera de Cambiemos y quedó afuera del armado de las listas.

Ariel Ciano (1País) también lo intentó. Fue uno de los primeros dirigentes en colgar afiches en las calles y armar una agenda de campaña con la intendencia en la mira, pero el acuerdo a nivel nacional entre Sergio Massa con Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner recortó todas sus posibilidades de presentarse, por lo que resolvió bajarse de la pelea y abocarse a los dos años por delante que tiene desde su banca en el Concejo Deliberante.